De acuerdo a la actualización de previsiones publicada por científicos del Centro de Predicción Climática de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), una división del Servicio Meteorológico Nacional, el sobrecalentamiento del Atlántico puede ser un elemento decisivo en una temporada de huracanes más fuerte y destructiva de lo que se esperaba, que era una temporada de huracanes suave o moderada.
Específicamente este martes 15 de agosto, el Centro Nacional de Huracanes señaló tres perturbaciones con potencial ciclónica.
La primera perturbación con 30 por ciento de probabilidad de formación de ciclones en siete días, con una onda tropical, interactuando con una vaguada más grande de baja presión; continúa produciendo aguaceros y tormentas eléctricas desorganizadas al oeste-suroeste de las islas de Cabo Verde.
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Las condiciones ambientales parecen propicias para algunos cambios graduales. El desarrollo de este sistema será durante los próximos días a medida que avanza al oeste-noroeste o al noroeste, del atlántico tropical durante el fin de semana.
La segunda perturbación también con un 30 por ciento de probabilidad; con una onda tropical actualmente a lo largo de la costa occidental de África, produciendo una gran área de lluvias y tormentas eléctricas. Algo lento el desarrollo de este sistema, es posible a finales de esta semana y en el fin de semana mientras se mueve generalmente hacia el oeste-noroeste o hacia el noroeste a través del este, Atlántico.
La tercera de ellas en el Oeste del Golfo de México, con un 20 por ciento de probabilidad, que podría formarse una amplia zona de baja presión en el centro u oeste a principios de la próxima semana. Va en desarrollo lento, de tal manera que es posible que en próximos días ya tenga otra movilidad hacia el oeste, acercándose potencialmente a la costa occidental del Golfo de México en aproximadamente una semana.
“Los pronosticadores de la NOAA han aumentado la probabilidad de una temporada de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal al 60 por ciento (aumentada desde la perspectiva emitida en mayo, que pronosticó una probabilidad del 30 por ciento). La probabilidad de una actividad casi normal ha disminuido al 25 por ciento, por debajo del 40 por ciento de probabilidad descrito en las perspectivas de mayo. Esta nueva actualización le da al Atlántico un 15 por ciento de posibilidades de ver una temporada por debajo de lo normal”, indica la OMM.
