México.– Definitivamente el 2023, que ya se encamina a ser el año más caluroso de todos los tiempos, está marcando un antes y un después para los habitantes del mundo que a gritos pide atención y que a decir del secretario general de la Organizazación de las Naciones Unidas (ONU), “estamos en una carrera contra el tiempo”.
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Así fue la predicción que dio el máximo funcionario de la ONU durante las reuniones de negociación sobre el cambio climático, para aumentar la presión sobre los negociadores y revertir los daños que la mano del hombre ha ocasionado a la naturaleza.
El informe provisional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM); sobre el estado del clima mundial presentado a la Conferencia de las Partes (COP), muestra que 2023 será el año más caluroso jamás registrado y que el ritmo del cambio climático se está acelerando de manera alarmante.
Las declaraciones del Secretario General de la ONU se encuentran a continuación:
“Como dije en la inauguración de la COP28, a nuestro planeta le faltan minutos para la medianoche para alcanzar el límite de 1,5 grados. Y el reloj sigue corriendo”, en referencia a las temperaturas históricas registradas.
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Y fue más allá al externar que: “En nuestro mundo fracturado y dividido, la COP28 puede demostrar que el multilateralismo sigue siendo nuestra mejor esperanza para abordar los desafíos globales”.
Nota sugerida: La temporada de lluvias 2023 no fue para nada lo esperado ¡la sequía aumentó!
Destacó la urgencia de que el Balance Mundial reconozca la necesidad de eliminar gradualmente todos los combustibles fósiles en un plazo coherente con el límite de 1,5 grados, y de acelerar una transición energética justa, equitativa y ordenada para todos.
“Necesitamos que se cumplan, plena y transparentemente, todos los compromisos asumidos por los países desarrollados en materia de financiación y adaptación. Necesitamos un mayor capital y una reforma del modelo de negocios de los bancos multilaterales de desarrollo para aumentar masivamente el apoyo directo y para movilizar mucha más financiación privada a costos razonables para los esfuerzos de acción climática de los países en desarrollo. Y necesitamos mucha más ambición en materia de adaptación”, expuso.
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De cara al futuro, los próximos dos años son vitales
- En primer lugar, se pide establecer un objetivo de financiación climática global nuevo y significativo más allá de 2025, que refleje la escala y la urgencia del desafío climático.
- En segundo lugar, que los gobiernos preparen y presenten nuevos planes nacionales de acción climática –o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional– que abarquen toda la economía, cubran todos los gases de efecto invernadero y estén totalmente alineados con el límite de temperatura de 1,5 grados.
“No podemos seguir pateando la lata por el camino. Nos hemos quedado sin camino y casi sin tiempo”, concluyó.