Mazatlán, Sin.- El frío ?azotó? fuerte, imponente, ante el clima cálido de otoño, la luz de la luna y las estrellas alumbraron la supervía, mientras la tormenta invernal cubría de nieve todo a paso. El Salto, Durango, se tiñó de blanco y las bajas temperaturas pusieron a templar a sus habitantes y automovilistas que se encontraban en el lugar. En cuestión de minutos, una gruesa capa de nieve se ?apoderó? de la autopista, de la flora y fauna, siendo imposible transitar sobre ella, las llantas de los vehículos, camiones de carga y autobuses resbalaban al circular. La única solución fue su cierre momentáneo.
Cientos de trasportistas, familias enteras y camiones de pasajeros se quedaron varados por más de diez horas; el hambre, el cansancio, la desesperación y el estrés se convirtieron en sus mejores aliados.
El equipo de Línea Directa constató el agotamiento presentado por cada persona sobre la banqueta, enfrente de la casilla de cobro Mesillas-Concordia estuvieron sentados por un lapso de doce horas enfrentando el silencio de las autoridades.
?A las 12:30 de la madrugada, pues aquí estamos parados esperando a que se abra, vino una patrulla y se regresó ahorita y no dijo nada; ando estresado porque no cumplí con el trabajo?.
?Sí, anoche llegamos aquí a los dos de la mañana, y nos decía el chofer que si nos regresamos a Mazatlán, pero la gente ya va con la intención de llegar temprano a su casa?.
?Yo tengo aquí aproximadamente cinco horas?, dijeron.
En punto de mediodía de este lunes, después de un trabajo de remoción de la nieve, personal de Capufe reabrió el paso de la carretera Mazatlán-Durango; sin embargo, por lo resbaloso de algunos tramos se determinó su cierre momentáneo, en específico por el lado de El Salto, Durango.
El atraso y la larga espera no fueron en vano, en su estancia cientos de familias e inclusive algunos trasportistas aprovecharon para sacar algunas postales como recuerdo de esa grata nevada, hacer monitos o jugar con bolitas de nieve, principalmente los niños.
Un paisaje fenomenal, blanco, un clima helado que prácticamente le abrió paso a la época navideña desemejante a lo conocido en el puerto de Mazatlán.
FG/WM