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Mazatlán, Sinaloa.- Hoy en día el Carnaval de Mazatlán es considerada una de las fiestas más importantes del país, e incluso, se coloca en el top tres de los más conocidos a nivel mundial, pero ¿Sabes cómo nació esta tradición? El cronista de la ciudad, Enrique Vega Ayala nos lo cuenta.
Según los primeros documentos que datan de 1827, donde transcurrió una primera mascarada, que era más bien una manifestación de soldados a quienes no les habían pagado sus emolumentos, quienes expusieron su inconformidad a través de un desfile que quedó registrado como tal, sería el primer viso de la fiesta.
Posteriormente en la década de los 30’s y hasta 1897 se adoptaron formatos franceses de los “juegos de harina” donde por toda la ciudad se hacían ‘desmanes’ como primeras expresiones de las fiestas populares de Carnaval, tiempo en el que además se colocaba una feria, en la Plazuela Machado y se celebraban Bailes de Mascaras, para lo cual, incluso se solicitaba el permiso para utilizarlas, que es de donde se tienen los primeros datos oficiales.
“Es muy probable que este tipo de manifestaciones ya existieran, pero ese es el primero que tenemos documentado, saben que en esas fechas ya en la década de los 20’s, del siglo XIX se realizaban ‘juegos de harina’ se llamaban, manifestaciones espontaneas de barrios, de grupos, de familias, que salían a las calles a celebrar en los días que el calendario católico, establecían que eran de Carnaval, este tipo de festejos”.
Ya en 1898 después de varios intentos de presión social por eliminar los “Juegos de Harina”, finalmente se organiza con participación del ayuntamiento la junta que se encarga de lideres para incorporarlos en el formato del ‘confeti y la serpentina’ que es cuando inicia la era de los carros alegóricos, que eran carretas o bicicletas adornadas, por la calle Constitución desde la zona de los muelles hasta la plazuela, los cuales eran movidos por caballos.
Fue en la década de 20’s ya del nuevo siglo, cuando se le incorpora todo el argot cultural a la fiesta, con las primeras fiestas de Juegos Florales que se celebraban de forma independiente a petición de artistas de Mazatlán desde 1925, pero ya en el 1928 fue cuando se acerca por primera vez a la Reina del Carnaval para presidir la fiesta, pero es hasta 1937 cuando se hace oficial la incorporación del viernes de Juegos Florales como parte del cartel de la fiesta.
Aunque el Carnaval nació con la figura del Rey, siendo la más importante, en la incorporación de las mujeres como “acompañantes”, en 1900 surge la primera Reina Consorte, Winnie Farmer, que generó un gran impacto entre las mujeres, pero fue hasta el 1910 cuando se instaló como aspecto central la figura de la Reina, donde las competencias se convirtieron en feroces, situación que se mantiene a la fecha, por la competencia para ganar la corona, que en ese entonces era por dinero.
Vega Ayala narra que, por impulso de algunos barrios del Centro Histórico, que hubiera carros y representantes de niños en 1926, aunque la incorporación oficial dentro de las fechas del Carnaval se da hasta 1968, ya que en ese inter se celebraba en el mes de abril el festejo de la infancia.
La tradición del rey como figura principal vuelve en 1964, pero anteriormente se daba la proclamación de ciertos personajes de la ciudad que se declaraban como “rey feo” y que arreglaban sus propios carros y participaban en los eventos, actualmente, y después de varios años de tener representantes masculinos como “Rey de la Alegría”, actualmente ha recobrado fuerza e importancia la figura de los hombres como parte de la familia real de cada celebración anual.
Actualmente y después de varias décadas en las que la elección de la Reina ha sido por jurado, adoptando los formatos de concursos de belleza, la fiesta genera un gran interés de jóvenes mazatlecas o ‘adoptadas’ como mazatlecas, pero también, entre las niñas y los varones quieren vivir esa ilusión.
A los carnavales, explica Enrique Vega, les ha tocado vivir diversas circunstancias sociales como la revolución mexicana y el asesinato del gobernador Rodolfo T. Loaiza, pero también, fenómenos de salud que han impedido su celebración en varias ocasiones, por la peste bubónica, pandemia de viruela; en total, han sido seis.
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En esta ocasión el Carnaval de Mazatlán se llevará a cabo en medio de una pandemia, la del Covid-19, pero no se espera que esto cambie el rumbo de la fiesta, aunque si de las formas de celebrarla entre las personas, aunque bien, se sabe que esta tradición conlleva tumultos, irreverencia, embriaguez y baile, lo que no se puede hacer con sana distancia, pero ante ello, la gente debe ser un poco consciente en los cuidados que tenga y sobre todo con el respeto a los protocolos establecidos por las autoridades.
