Brooklyn, NY.- Juan Carlos Ramírez Abadía, alias El Chupeta, exlíder del Cártel Norte del Valle en Colombia, fue llamado al estrado durante el denominado el Juicio del Siglo, para revelar como era el narcotráfico junto con El Chapo.
Mientras tanto, la defensa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera reveló documentos que muestran que Ramírez Abadía pagó para que se cometieran 150 asesinatos en Colombia, uno de ellos destaca por haber desembolsado una suma de 338 mil dólares para ejecutarlo.
Los abogados del Chapo buscan así desacreditar lo que ya reveló Chupeta antes sobre los negocios internacionales para pasar la cocaína colombiana por México hasta Estados Unidos.
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Una nómina de 338 mil dólares por asesinato; defensa de “El Chapo” intenta desacreditar a “Chupeta”, último testigo de la Fiscalía via El Universal https://t.co/E8S9fEyp69
— Diana Benítez (@dbeniteza) 4 de diciembre de 2018
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Hasta la fecha los juicios eran acerca de la droga pero este martes comenzaron a hablar de sangre.
Chupeta Ramírez Abadía respondió que “es imposible ser líder de un cartel en Colombia sin la violencia”.
El juez Brian Cogan expresó que no le gusta que la defensa de Guzmán Loera fuerce a Ramírez Abadía a dar una descripción de los asesinatos que mandó cometer para que al jurado desestime sus palabras.
William Púrpura, abogado del Chapo Guzmán, mostró documentos de la contabilidad que llevaba Chupeta por los envíos de cocaína al Cártel de Sinaloa.
Incluso la defensa sugirió que Chupeta ordenó el asesinato de su principal lugarteniente, Laureano Rentería, quien fue envenenado.
Anteriormente el juez pidió a los fiscales tratar sólo acusaciones contra Guzmán por delitos relacionados a las drogas y no a los asesinatos, por lo desagradable de los testimonios.
Por delitos como narcotráfico, lavado de dinero y liderazgo del Cártel del Sinaloa fueron presentados once cargos contra Guzmán que le darían cadena perpetua en caso de que lo encontraran culpable.
El testigo, que durante las dos pasadas jornadas relató pormenorizadamente la relación entre su organización y la de El Chapo Guzmán durante los años 90, precisó que dicha suma de 338 mil dólares había sido tan elevada porque el asesinato fue llevado a cabo por sicarios colombianos.
Una estrategia de la defensa es demostrar que Ismael El Mayo Zambada y no El Chapo, es el líder único del cártel de Sinaloa.
Joaquín Guzmán no ha perdido detalle del interrogatorio y las declaraciones de quien era uno de sus proveedores de droga para distribuir a los Estados Unidos.