Mazatlán, Sinaloa. – La próxima temporada de mango en el sur de Sinaloa se encuentra amenazada y con un panorama catastrófico, que implica pérdidas por 200 millones de pesos en las exportaciones, y una reducción en los jornales por 150 millones de pesos más.
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Así lo advirtió el representante de los productores de mango del sur de Sinaloa, Porfirio Salas Castillo, quien explicó que el departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) está exigiendo a los empaques de mango que, para la próxima cosecha, reduzcan tres horas la jornada de trabajo en el procesamiento de la fruta para la exportación, lo que es un riesgo, porque ello retrasará los embarques, por la posibilidad de que la fruta se madure.
“USDA quiere quitarle tres horas de trabajo a los empaques, de Sinaloa y de todo México. Va a haber una pérdida en la temporada, más menos de 250 millones de pesos y 5 mil toneladas de mango que no se van a procesar, y 150 millones de pesos en los jornales que se van a perder”.
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Para analizar el tema, Porfirio Salas dijo que esta semana se realizará en la Ciudad de México una reunión con autoridades federales y productores de todo el país, en la que se va a analizar el problema, pero también acordar medidas que eviten este impacto en la producción de mango
Y en que, que aunado a las exigencias de USDA, el reciente cierre de Citrofrut también es un factor negativo para los productores sinaloenses, ya que dicha empresa compraba 25 mil toneladas de mango al año, por lo que ahora ya se están buscando nuevos mercados para la comercialización de la fruta.
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Adelantó que en la reunión se prevé que acuda un representante de cada estado en la que, se espera el apoyo y respaldo del gobierno federal, y, en caso de no haber una solución, se podrían tomar medidas de presión, ya que cuando inicia el corte del mango, por el clima la fruta se madura de una manera rápida y para aprovecharla al máximo, siempre se ha solicitado que los empaques puedan trabajar las 24 horas, porque con ello se garantizará el tratamiento adecuado y a tiempo para las exportaciones.
“A los árboles no les podemos decir que retrasen tres horas el proceso de maduración cada día. Siempre trabajamos con el tiempo encima”.
Salas Castillo recordó que el año pasado se presentó una amenaza similar, pero se pudo frenar a tiempo la exigencia en el horario de los empaques de mango, lo que se busca repetir en esta ocasión.
