Guasave, Sinaloa. Las cooperativas pesqueras atraviesan una de sus peores crisis en años. Según Emilio Valenzuela, pescador y representante de una de las cooperativas afectadas, este año no ha habido acceso a créditos en ningún campo pesquero, lo que ha dejado a las comunidades sin recursos para preparar la temporada.
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Además de la falta de crédito, otro grave problema está afectando a los pescadores: la ausencia de camarón en las zonas de pesca habituales. Valenzuela asegura que “no se ve camarón” en las áreas cercanas a la costa y sospecha que la especie podría haberse desplazado a zonas más profundas. Sin embargo, añade que no es común que en esta época del año el camarón esté tan lejos. “Lo peor de todo es que estamos acabando con todo porque no tenemos cuidado. La verdad, no se ve camarón y, si lo hay, está muy hondo”, lamenta.
“No se ve a la gente sin alistar las redes, ni nada. A estas alturas ya deberíamos estar preparando todo, pero aún no hay nada. Nos queda el pendiente de la temporada pasada, y pues con qué vamos a salir si ni siquiera tenemos para la gasolina”, afirma Valenzuela, quien señala que las cooperativas enfrentan deudas acumuladas de la temporada pasada, lo que ha provocado que ninguna esté dispuesta a otorgar financiamiento para este año.
Valenzuela lamenta que el panorama sea tan complicado: la falta de crédito es solo una parte del problema; el adeudo generalizado de las cooperativas ha generado una cadena de desconfianza que afecta no solo la producción, sino también la estabilidad económica de los pescadores.
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El año pasado la situación fue similar, dijo, el camarón comenzó a aparecer en noviembre, cuando ya era demasiado tarde para la mayoría de los pescadores. “En lo que es la primera quincena de septiembre no hubo casi nada de camarón, y el que salía era muy pequeño”. Esta falta de producto, sumada a la falta de financiamiento, llevó a que muchos pescadores desistieran de salir a faenar.
Ante la falta de crédito y de producto, las cooperativas se encuentran en una encrucijada.
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Valenzuela no oculta su preocupación por la difícil situación que viven los pescadores: “La gente está muy amolada, no tenemos cómo salir adelante”. La falta de ingresos ha afectado a las familias pesqueras, quienes dependen de esta actividad para su subsistencia. Sin crédito, sin camarón y con deudas pendientes, las perspectivas para esta temporada pesquera son, según el propio Valenzuela, “desalentadoras”.
