El Rosario, Sinaloa.- Productores temporaleros de mango de los municipios de El Rosario y Escuinapa, ponen sus esperanzas en la próxima temporada de lluvias, para que la producción de la fruta pueda componerse, debido a que actualmente y por la falta de agua, los árboles están abortando.
El dirigente de la Asociación de Agricultores del Rio Baluarte en El Rosario, José Alfredo Llamas García mencionó que el panorama se torna crítico para este año, dado a que no hay suficiente agua en los mantos freáticos y aunque se construyan pozos profundos, es imposible llevar a cabo el riego de las parcelas.
“Este año hubo pocas lluvias y los mantos bajaron mucho y el árbol ocupa la humedad u ahorita está abortando, está abortando mucho, porque, porque la zona de riego es poca porque no hay agua, entonces el temporalero va estar muy crítico”.
A su vez, el presidente de la Asociación de Agricultores del Rio de las Cañas en Escuinapa, Lauro Barrón López, comentó que, si bien algunos productores realizan acciones para que la fruta se conserve en los árboles, pudieran ser insuficientes, lo cual les genera incertidumbre para lo que sería el ciclo de cosechas.
El líder agrícola precisó que es difícil acceder a algún tipo de apoyo económico o en especie por parte del gobierno, al habérseles retirado los programas desde la federación, por lo que los fruticultores tienen que cubrir los gastos en su totalidad, aun cuando vienen arrastrando problemas económicos, muchos de ellos por el pasado ciclo hortícola, que tampoco fue bueno.
“Pues no hay nada ahorita de apoyo de gobierno de agricultura, dicen que no hay apoyos ahorita ¿Y la temporada de lluvias como la esperan? Pues esperamos parece que ‘malancona’ no la veo muy bien, pero esperemos, ya ve cómo están los tiempos, este año no hubo lluvia y la mata está resintiendo y el año antepasado si hubo”.
Ahora, ambos dirigentes señalan que en lo único en que tienen esperanza, es que dentro de este año las lluvias de la temporada a iniciar el próximo quince de mayo sean mejores que las del año pasado, tanto para la recuperación de los mantos freáticos, como para la irrigación natural de las huertas, que permitan la supervivencia de los mangos en las plantas.