Ciudad de México.- Tanto en partidos profesionales de soccer como en la casual cascarita suele presentarse la controversia de los goles.
Mientras unos argumentan que el balón entró en la portería los
contrarios aseguran que esto no ocurrió. Para evitar este problema ya
está aprobada la tecnología que promete nunca volver a marcar los llamados goles fantasmas.
Se han presentado casos en que ni el árbitro o sus
asistentes son capaces de dictar un veredicto correcto ante un gol que
no fue claramente marcado, hecho que llevó a la Federación Internacional
de Futbol (FIFA) ha aceptar el uso de tecnología que
facilitará la toma de decisiones en situaciones difíciles de evaluar a
simple vista, y que se asegura será utilizada por primera vez en la Copa del Mundo 2014 a realizarse en Brasil.
“Después del partido de ayer, la tecnología sobre la línea de gol no es
una posibilidad, es una necesidad”, escribió Joseph Blatter, presidente
de la FIFA, en su cuenta personal de Twitter, en alusión al partido de Inglaterra – Ucrania del 19 de junio de este año.
Luego de varias pruebas la FIFA autorizó el uso de dos tecnologías, una
de ellas es el Ojo de Halcón que ya es utilizada en otros deportes como
el tenis y el cricket, y se basa en un sistema de cámaras de alta velocidad para
dar seguimiento a la pelota, misma que es ubicada con un software que
puede predecir su trayectoria y con ello crear una imagen gráfica que
podrían ver los comentaristas y aficionados.
Las cámaras, 20 veces más rápidas que una normal, rastrean cada
movimiento de la pelota, el software la identifica en el campo basándose
en las líneas pintadas en el terreno de juego. Para poder detectar un
gol se pintan tres puntos negros en el interior de los postes de la portería, así cuando el balón cruza ese punto transmite una señal.
Con esta tecnología de origen británico los árbitros recibirían la
información casi en tiempo real en un reloj especial que portarían
durante el juego, además se crearían estadísticas para los jugadores.
Pero en el soccer se requerirían al menos siete cámaras colocadas
alrededor del estadio lo que resultaría costoso, además el sistema ha
recibido críticas de profesionales del tenis por su nivel de precisión
pues al menos 25% de la pelota debe ser visible para que el sistema
funcione.
Un chip que garantiza resultados
Otra tecnología aprobada por la FIFA es el llamado GoalRef o Goal Line Technology
(GLT) que utiliza antenas electromagnéticas en los postes de la
portería para transmitir una señal al reloj del árbitro tan pronto el balón cruza la línea.
Teo Husemann, director de marketing de Adidas, explica
los detalles: “el balón cuenta con un chip que triangula la señal con
los sensores ubicados sobre los postes, al momento en el que el balón
cruza completamente la línea de meta envía una señal al árbitro”.
Cuando el balón inteligente cruza la línea de demarcación del campo es
como si hubiera tocado una cerca electrónica virtual por lo cual envía
señales de radio transmitidas por un sistema de 12 antenas, ubicadas en
las esquinas del campo, a una computadora que en menos de un segundo,
envía un mensaje a un reloj pulsera usado por el árbitro.
Este sistema debió superar una serie de pruebas que involucran tecnología de punta y pruebas físicas de funcionamiento con atletas
de alto nivel y socios comerciales para así asegurar su correcto
funcionamiento y calidad, pues pese a la inclusión del chip el balón
debía conservar su peso que oscila entre los 410 y 450 gramos: “la
tecnología de Adidas de la mano con International Board, organismo
encargado de vigilar las normas, cumple con el reglamento establecido y
se encuentra dentro de los estándares que permiten su uso en
competencias avaladas por el organismo rector de este deporte a nivel mundial”, afirmó el directivo.
La marca, que durante todo el proceso de desarrollo trabajó en conjunto
con la FIFA, asevera que con este sistema será posible hacer del futbol
un juego más limpio y transparente.
Actualmente la compañía trabaja en el sistema de rastreo del recorrido
del balón, Adidas confía en que al finalizar su desarrollo, y luego de
conseguir su aprobación, esta técnica podrá ser aplicada a cualquier
balón. Una de las bondades de esta tecnología es que su costo es de
alrededor de 125 mil euros, casi 50 por ciento menos que el Ojo de Halcón.
Será la liga alemana la primera en instalar el GoalRef en sus clubes de primera y segunda división en 2014.
La opinión en México
Todas las marcas interesadas en la fabricación de los sistemas deben
pasar por una serie de rigurosas pruebas, incluyendo de laboratorio y partidos simulados, para obtener su licencia y la autorización oficial por parte de la FIFA antes de poder vender su tecnología.
Cuando la FIFA anunció la autorización del uso de estas tecnologías, Decio de María, presidente de la LIGA MX,
dijo que “efectivamente se dio la aprobación de generar una norma en el
software y hardware para vigilar la línea de gol. Ahora estamos en un
proceso donde la FIFA tiene que definir cuál es esa norma para que los
potenciales fabricantes de esos sistemas la puedan cumplir”.
Aclaró que estos sistemas no sean aplicados pronto en México.
Balón ?high tech? mexicano
En junio de 2010, EL UNIVERSAL publicó que la empresa mexicana Agent creó un balón de futbol que no necesita aire, tiene un microprocesador en su centro, dispone de cámaras de alta resolución, GPS
y sensores para saber si en algún momento del partido de futbol hay una
mano, un fuera de lugar o si el balón entró o no a la portería.
La idea de fabricar un nuevo balón, llamado CTRUS, “fue
debido a el darnos cuenta que después de muchos años que existe el
futbol el balón no ha cambiado mucho, sólo han cambiado las costuras, el
cuero por un material sintético y un diseño gráfico
que cada vez lo hacen dizque más interesante, y dijimos qué triste, no
ha cambiado más, los atletas sí han cambiado y ¿por qué no el objeto con
el que juegan?”, dijo Alberto Villareal, diseñador industrial y hoy
director de Diseño de Producto de Agent.
El balón está hecho de elastímeros reforzados que son plásticos
flexibles resistentes, hay varias marcas y modelos. Permiten que el
balón rebote no por el aire, sino por las propiedades mecánicas del
material; es como las pelotas de squash de hule que no necesitan aire.
Esto permite hacer diseños variados, como ponerle orificios y se vea por
dentro. Este balón nunca se poncha, no se deforma, con el tiempo pierde
un poco flexibilidad, pero su periodo de vida será más largo que un
balón normal.
“Tiene un chip en el centro como cerebro, es el que junta la información de los sensores,
es el que nos dirá qué tan rápido le pegó el jugador, con qué fuerza lo
pateó. Este microprocesador, a través de un RFID o un GPS, se
comunicará con lo que está fuera de la cancha, en computadoras. El RFID
es una tecnología que está dentro de unas etiquetas que tienen por
ejemplo los discos en una tienda, lo mismo haríamos con este balón y los
sensores estarían en la portería para detectar el balón cuando entra.
Cuando entre el balón se iluminará por dentro”, dijo Michel Rojkind,
director de Estrategia y Alianzas de Agent.
WM
