?Estambul.- Irán dijo el viernes que las diferencias se achican en las negociaciones con seis países que buscan que frene su capacidad de transformar la energía nuclear en ojivas atómicas, aunque otras naciones sostuvieron que los avances son prácticamente nulos.
Los seis países -China, Gran Bretaña, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania- quieren que Irán admita la necesidad de disipar los temores de la comunidad internacional de que pueda cambiar su programa de enriquecer uranio a producir armas nucleares.
”En comparación con las negociaciones de Ginebra, las negociaciones de Estambul transcurren en una atmósfera más positiva”, dijo el delegado iraní Abolfazl Zohrevand, en referencia al encuentro que concluyó el mes pasado en Suiza con apenas un acuerdo de volver a reunirse en Turquía. ”Hay buenos indicios de que ambas partes lograrán avances”, agregó.
El delegado iraní dijo que las concesiones de los otros países hacían avanzar el diálogo.
”No obtuvieron lo que esperaban alcanzar con las presiones y las sanciones”, insistió. ”Han mostrado cierta flexibilidad. Ello ayuda a ambas partes a ser optimistas”.
Empero, funcionarios estadounidenses dijeron que no quedaron satisfechos con los alegatos iniciales de Irán y ven pocas posibilidades de convencerlo en dos días de diálogo de que se pliegue a las demandas internacionales.
Un importante logro sería acordar otra ronda de negociaciones, señalaron los funcionarios, que pidieron permanecer anónimos debido a lo delicado de las gestiones diplomáticas y a que no había concluido el encuentro.
Un diplomático familiarizado con las negociaciones dijo que ambas partes establecieron sus posiciones y acudieron luego a almorzar: un bufé a base de saltimbocca de pollo con tomates y calabacines ahumados, ravioles, arroz pilaf, hortalizas asadas y postres. El diplomático también pidió guardar el anonimato para poder hablar sobre el encuentro a puertas cerradas.
Teherán niega que quiera producir armas nucleares, e insiste que sólo desea generar energía nuclear para su creciente población. Pero los temores de la comunidad internacional crecen porque su uranio enriquecido podría ser transformado y destinado a cabezas nucleares, por el sigilo iraní en cuanto a asuntos atómicos y a que Teherán se niega a cooperar con los intentos de investigar si realiza experimentos relacionados con la fabricación de armas atómicas.
