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Tres culiacanenses a un paso de morir ahorcados en Malasia

Los hermanos González Villareal, son acusados de formar parte de una célula del cártel de Sinaloa dedicada a la distribución de metanfetaminas en el sudeste asiático; la embajada en ese país no los ha contactado

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?Kuala Lumpur.- En un hecho sin precedentes, tres
mexicanos están a un paso de ser condenados a morir ahorcados en
Malasia, acusados de formar parte de una organización internacional
dedicada al tráfico y distribución de metanfetaminas en el sudeste
asiático.
Encarcelados en una prisión de máxima seguridad cerca de la frontera
con Singapur, los hermanos José Regino, Luis y Simón González
Villarreal, de Culiacán, Sinaloa, han entrado a la última etapa de un
juicio que ya ha durado tres años y que podría terminar en cosa de
semanas con una corte
penal de Kuala Lumpur ordenando su ejecución bajo las estrictas leyes antinarcóticos de Malasia.
El juicio concluirá a finales de abril próximo, cuando el juez encargado del caso, Mohamed Zawawi Saleh ?apodado Juez Soga
por su constante aplicación de la pena de muerte a narcotraficantes?
deberá dictar sentencia en torno a los mexicanos, detenidos por agentes
de la Unidad Antinarcóticos de la Real Policía de Malasia en la ciudad
de Johor Bahru, al sur del país, en marzo de 2008.
De ser encontrados culpables, la ley malaya no contempla otra opción
más que ejecutar a José Regino, Luis y Simón, de 36, 47 y 33 años. Sería
la primera vez que tres hermanos irían al patíbulo en el país asiático
al mismo tiempo.
?Mis clientes están en peligro de morir aquí?, admitió el abogado de
los hermanos González Villarreal, Kitson Foong, que apenas en enero
asumió su caso. ?Necesitamos urgentemente un traductor para preparar su
defensa y hasta ahora la embajada no los ha contactado, ni a ellos ni a
mí, para ayudarlos?.
Los sinaloenses fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 en una fábrica
en la ciudad industrial de Johor Bahru, en lo que la policía definió
como un ?megalaboratorio? de drogas. Se les acusa de haber estado en
posesión de más de 240 kilogramos de metanfetaminas, una cantidad sin
precedentes en un país en el que, sin excepción, se castiga el tráfico
de este narcótico con la muerte.LOS HERMANOS GONZÁLEZLa situación de los hermanos González Villarreal, encarcelados
durante poco más de 36 meses consecutivos, es precaria. Inmersos en una
cultura completamente ajena, sin entender el idioma y con contactos
esporádicos con sus familias, han comenzado a sufrir depresiones por la
permanente tensión de estar casi al pie de la horca.
?Están deprimidos. Cada vez que nos hemos reunido con ellos, nos han
manifestado su preocupación por estar en la prisión?, expuso el abogado.
A principios de febrero, durante una visita realizada a la cárcel de
máxima seguridad de Ayer Molek, en Johor Bahru ?en donde se encuentran
recluidos los González Villarreal a la espera de recibir sentencia?,
notó que uno de ellos tenía problemas de salud.
?José Regino se quejó de dolores en los riñones y la espalda?, dijo
Foong. ?No estoy diciendo que las prisiones tienen que ser hoteles de 5
estrellas, pero es una cárcel muy difícil para quienes ahí se
encuentran?.
La última vez que Foong vio a los González Villarreal fue el 25 de
febrero pasado, en la Corte Alta de Kuala Lumpur, cuando su caso fue
revisado por el juez Zawawi. El abogado pudo apreciar que eran víctimas
de un fuerte nerviosismo.
Al final, el juez Zawawi determinó que la Fiscalía había probado
suficientemente la culpabilidad de los mexicanos y les ordenó presentar
su defensa, lo que significa que a finales de abril tendrán que tomar el
estrado y responder a las preguntas de los fiscales en torno a un punto
en particular: ¿qué hacían tres ciudadanos de un país al otro lado del
mar, sin conocimientos de inglés, en una fábrica que contenía
metanfetaminas en una ciudad a la que pocos turistas viajan?
?Lo único que me pudieron decir los muchachos en un inglés roto fue:
?how today?? (¿cómo nos fue hoy?)?, narró Foong. ?Les dije la verdad.
Nos había ido muy mal porque ahora están a un paso de la condena. Les
pregunté si rezaron y me dijeron que sí. Y después les dije algo. Que
había llegado el momento de rezar más fuerte?.El hecho de que los hermanos González Villarreal estén acusados en un
caso de narcotráfico complica más las cosas y los deja, a decir de
especialistas, al filo de la navaja. O al pie de la soga.
?En Malasia la pena de muerte es obligada para ciertas ofensas?,
explicó Abdul Samad Bin Abhdul, profesor de Derecho de la Universidad de
Malasia.
?¿No hay circunstancias que puedan aminorar la sentencia?
?En Malasia si te detienen con cierta cantidad de drogas y eres
encontrado culpable, serás sentenciado a ser colgado. Un juez que lleva
un caso de narcotráfico no tiene más que dos posibilidades: o te libera
si te encuentra inocente o si te encuentra culpable, te cuelgan. Punto.
La decisión final sobre las vidas de los González Villarreal residirá
en el juez Zawawi, famoso por estricto y que, cuando se trata de
narcotráfico, pocas veces se inclina por la absolución. En los últimos
años ha enviado a una treintena de personas a la horca, lo mismo
extranjeros y malayos.
Aunque el gobierno malayo nunca ha revelado el número de personas
ejecutadas, organizaciones como Amnistía Internacional estiman que en
las últimas tres décadas 400 personas han sido ahorcadas por varios
delitos, entre ellos narcotráfico.
Al riesgo de ser ejecutados, los hermanos González Villarreal
enfrentan otros problemas. Llegan a la recta final de su juicio en
desventaja, sin haber ensayado su defensa.
Por ahora, sigue pendiente una solicitud de Foong ante el Ministerio
de Justicia malayo para transferirles de la cárcel de Ayer Molek a la
penitenciaria de Pudu, en Kuala Lumpur, lo que facilitaría a sus
abogados tener acceso a ellos para poder planear sus argumentos finales.
?Para poder visitarlos en Ayer Molek, tenemos que viajar cuatro horas
por carretera y después sólo tenemos un máximo de dos horas para
hablar. Esto nos ha complicado ayudarles?, lamentó Foong, quien pidió al
gobierno mexicano interceder para acelerar los trámites.
Pase lo que pase, el juicio está en sus momentos finales y en
cualquier sentido tendrá un desenlace dramático. La posibilidad de
cambiar la opinión de Zawawi recaerá en cómo Foong aborde la defensa y
lo que digan los hermanos González Villarreal en la audiencia de finales
de abril.
Si fallan, si sus argumentos no son lo suficientemente convincentes,
serán condenados a muerte.Serían los primeros mexicanos en morir así en
Asia.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Liz Douret

Liz Douret

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