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Interpreta la OFCM "La consagración de la primavera", de Stravinski

Se cumplen 100 años de su estreno en París

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Ciudad de México.- La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) –dirección de
José Areán– interpretó, el pasado fin de semana –Sala Silvestre
Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY)–, “La consagración
de la primavera”, de Igor Stravinski (1882-1971), en tributo por el
centenario de su estreno en París. Función que se complementó con “Obertura Festiva”, Dmitri Shostakovich (1906 – 1975), y “Juegos”, de Claude Debussy (1862-1918).Comenzó
la gala con el músico a quien el régimen estalinista acusó de ser
“enemigo del pueblo” por su música “burguesa, elitista y sin emotividad
proletaria”. Ciertamente, “Obertura festiva”, compuesta en 1954 para
celebrar el 37 aniversario de la Revolución Bolchevique, reviste algunos
parámetros muy propios de realismo socialista.Hay,
indiscutiblemente, cierto tono irónico que Shostakovich supo sortear muy
bien en su partitura. Trompetas iniciales en fanfarria socarrona y
suerte de marcha en redoble percutivo. Sección de madera y metales en
sinuosa irisación y cuerdas edificando un sardónico motivo melódico en
atenuante tiempo de vals.La OFCM supo transmitir con
acierto toda la grandiosidad cromática, y sumarios sonoros (“efectos
amanerados y burgueses”, dirían los funcionarios comunistas) de
trombones, trompetas y cornos en un orfeón lúdico que molestó
seguramente, a las autoridades culturales soviéticas.Dio
continuación el programa con “Juegos”, que la OFCM deletreó en animada
ejecución de atmósfera impresionista: contrastes y serpenteos. Espirales
cromáticas de las cuerdas que desembocaban en silencios. Arpas
delineando cadencias acuosas.Flautas, oboes, corno
inglés, trompetas, trombones, clarinete bajo, fagotes, tuba, timbales,
platillos, triángulo, celesta, arpas, clarinetes, cornos, platillos,
pandero, contrafagot y cuerdas –bajo rigurosa conducción de Areán– que
supieron elucidar las sucesiones de escindas irrepetibles de una pieza
que Debussy compuso para un ballet en 1913.Intermedio.
Llamó la atención la presencia de muchos jóvenes en el recinto. Notimex
abordó al especialista en música francesa y rusa Luis Ausentia
Saantojai, quien comentó lo siguiente: “Creo que la OFCM interpretó con
abstraído y cabal discurso las correspondencias impresionistas de la
hermosa pieza de Debussy, y, asimismo, todo el disimulo del Shostakovich
que se burla con sutileza de sus censores en la ?Obertura festiva?”.Tercera
llamada. “La consagración de la primavera”. Teatro Champs-Élysée,
Paris. Mayo 29 de 1913: Uno de los más grandes escándalos de la historia
de la música. Se alistó la OFCM a configurar los compases bárbaros,
feroces y arcanos complementados con concordias bitonales plagadas de
discordancias: Stravinski en una licitación que dio un vuelco radical a
la música.Conductor fervoroso que estimuló a los
instrumentistas por los parajes tortuosos de los dos segmentos
(“Adoración de la tierra” y “El sacrificio”): efectos percutivos
provocadores y violentos (ausencia de sonoridad expresiva)
complementados con líneas melódicas superpuestas en mixtura de sonidos
fiel a la ruptura stravinskiana.Destacaron los capítulos
“Augurios primaverales”, “Juegos de las tribus rivales”, “Danza de la
tierra”, “El sacrificio”, “Círculos misteriosos de las adolescentes” y
“Danza sagrada”. La OFCM logró configurar un torbellino orquestal de
rugoso y virulento pacte armónico-rítmico.Presencia
(interludio de la segunda parte) de progresiones que serán
determinantes, años después, en Ravel (“Bolero”, 1928). “Stravinski es
el mecanismo convertido en música”, escribió el crítico musical del
influyente rotativo “New York World”, Deems Taylor. Las glosas
instrumentales de la OFCM se convirtieron en axiomáticas: confirmación
de los valores futuristas de una composición que, a cien años de su
primera exposición, no deja indiferente a nadie.Aclamación
general. Fervoroso tributo de José Areán y la OFCM a Igor Stravinski.
El fin de semana pasado abrigó la fiereza de una música insidiosamente
hermosa: provocativamente ineludible.Se notificó el
próximo programa (sábado 25, domingo 26 de mayo): “Romeo y Julieta”, de
Chaikovski, “Danzas polovetsianas”, de Borodin, y “Sinfonía No. 5”, de
Prokofiev. Imposible dejar de asistir a semejante convite.TJ

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Liz Douret

Liz Douret

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