?Mi hija Esperanza era un ángel de Dios?

Culiacán, Sin.- Esperanza era un ángel de Dios, muy lista y muy trabajadora, así la recuerda su señor padre, Ramón Beltrán, mientras observa los tres féretros donde son velados los restos de su hija, del pequeño hijo y el esposo. Conmovido por el trágico accidente automovilístico ocurrido el domingo en la ciudad de Culiacán, comenta en voz baja que su hija en vida era muy atenta con sus padres y hermanos cuando la visitaban en su casa.
Ella hacía su lucha para vivir y elaboraba productos como machaca, chilorio, chorizo, frijoles y queso que aprendió desde muy joven; además era un apoyo importante para su marido que trabajaba de chofer en una cadena comercial, expresó.
?Mi hija era un ángel de Dios, mi hija muy trabajadora y muy lista. Llegaba uno a su casa no hallaba qué ofrecer, qué darle?.
??ella hacia su lucha para vivir; vendía de todo, machaca, chorizo, chilorio, frijoles, muy lista mi hija, pobrecita?, manifestó.
Al llegar al poblado de la Laguna Colorada, ubicado a 10 kilómetros al sur de la capital sinaloenses, se respira un ambiente de tristeza y la conversación entre sus habitantes se centra en los funerales de la familia conformada por Esperanza, su esposo Alfredo y su vástago Isaac.
Don Ramón Beltrán agradece la asistencia de familiares y amigos que arriban con arreglos florales, al tiempo que reconoce que ya nada le devolverá a sus tres seres queridos; sin embargo, pide que el Gobierno investigue el accidente y se haga justicia.
?Puras lamentaciones lo ocurrido, todo parece indicar que ellos (los hijos) llegaron a un acuerdo porque iba a pagar los gastos el presunto responsable; era pagar el carro y darle una mensualidad al más chico, y pues que cumpla porque lo que pasó ya pasó y qué vamos hacer?, reveló.
El matrimonio deja dos hijos mayores de edad, una mujer de 18 años y un hombre de 20 que ahora ocuparán el apoyo de sus abuelos y tíos mientras deciden el rumbo que tomaran sus vidas, habló con tristeza el señor Ramón Beltrán.
?Tengo que ver porque ellos se quedaron con su casita, no hay que dejarlos solos, tendremos que ver quién se va con ellos porque ya quedaron solitos?, lamentó.
La señora Esperanza tenía 46 años, estaba entre las menores de una familia de 12 hijos, y que por diversos motivos hoy quedan únicamente ocho con vida, se dolió el padre al mencionarlos.
RMC