Piden auxilio habitantes de El Fuerte

La Constancia, El Fuerte.- Mientras muchas familias de la mayoría de las comunidades rurales de El Fuerte y de la propia cabecera municipal enfrentan serios problemas de desabasto de agua, las autoridades están empeñadas en preparar maletas para irse a descansar y otros más a ver qué ?trabajo? agarran en la nueva administración estatal de Mario Lopez Valdez, como el propio alcalde que presuntamente se rumora será el nuevo Director de Alcoholes. Los habitantes de El Fuerte siguen en el olvido: calles en mal estado y muchas deficiencias en los servicios públicos; pero el principal, prioritario y más descuidado es el del agua potable.En el municipio de El Fuerte existe una población que es la más grande quizá, del norte de Sinaloa, dejando de lado a Juan José Ríos, en Guasave, es La Constancia.Las todas las calles de esta comunidad ninguna está en buenas condiciones, quedaron intransitables después de las lluvias y ninguna autoridad levanta la mano para decir: ?Yo les soluciono sus problemas?.Leobardo Salinas, vecino de la mencionada comunidad, señala que el problema del agua data de muchos años y ninguna administración ha logrado resolverlo.?Tenemos problemas desde muchas administraciones atrás, empezando con el gobierno de Julián Vega, de Humberto Galaviz, del presidente Villaburo, de José Luis Vázquez Borbolla y de Lalo Astorga. Lalo Astorga se rió del pueblo, en una ocasión nomás una vez vino y ya no volvió. Jose Luis Vázquez Borbolla hizo lo mismo, ya no volvió. Solamente venían los días del ejido, porque ya no se le volvió a mirar al señor, pero, de hecho, ese problema del agua no nomás es la comunidad de La Arrocera, lo tenemos muchas comunidades del municipio del Fuerte?, denunció.Por la entrada del Centro de Salud de La Constancia se observan montones de basura, el estacionamiento y la calle principal del estadio municipal lleno de agua y, por las noches, la oscuridad por la falta de lámparas de alumbrado público forma una alianza con la delincuencia para robar a transeúntes e introducirse a los domicilios, mientras el presidente municipal Víctor Sarmiento y funcionarios de su gabinete duermen tranquilamente el sueño de los justos, esperando una oportunidad de trabajo porque ya se van.