Estados Unidos.- Como si se tratara de un capítulo de Black Mirror o cualquier otra historia distópica de ciencia ficción, así suena el nuevo proyecto de la empresa Ectolife, la cual busca hacer uso de la manipulación genética para crear una “Granja de bebés”, la cual incubaría hasta 30 mil humanos al año mediante úteros artificiales.
La mente detrás de este impactante proyecto es el científico y experto en biotecnología, Hashem Al-Ghaili, originario de Yemen, quien tiene altas expectativas por darle un giro revolucionario a la humanidad. Y es que, según lo expuesto por el especialista, su idea es establecer un conjunto con 75 laboratorios internacionales, responsabilizando a cada uno de ellos de 400 cápsulas que imitarían el útero materno.
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Según Hashem Al-Ghaili, Ectolife no desarrollaría los bebés de manera independiente y aleatoria, sino que estaría al servicio de las parejas que solicitaran sus servicios, quienes a su vez proveerían el material genético para que su hijo o hija fuera desarrollada en esta granja de bebés. Además, estos serían supervisados por biólogos, médicos y científicos que los cuidarían durante todo el proceso de gestación.
Sin embargo, los padres no serían totalmente ajenos al desarrollo de la criatura, ya que tendrían la posibilidad de monitorear su evolución a través de una aplicación, la cual revelaría el estado del bebé las 24 horas del día, e incluso tendría soporte VR para que se pueda ver y escuchar dentro de la cápsula. Luego, cuando el tiempo de gestación llegara a su fin, el “parto” en esta granja de bebés se haría mediante un botón.
¡Pero esto no es todo! Pues si bien esta historia ya parecía descabellada y escalofriante, Hashem Al-Ghaili causó aún más polémica al revelar que en esta granja los padres podrán “diseñar a sus bebés”. Es decir, podrán elegir desde la altura, el tono de piel y otros aspectos que tendrá el pequeño incubado, todo esto mediante tecnología CRISPR de edición genética.
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Finalmente, Hashem Al-Ghaili asegura que el proyecto de Ectolife sería una solución a la baja natalidad de países desarrollados, principalmente en Europa, donde la población va a la baja desde hace unos años. Sin embargo, ningún país parece estar dispuesto a invertir en algo tan polémico como una granja de bebés; además, especialistas de comunidad científica sugieren que no existe la tecnología para tal empresa.
