Estados Unidos. El telescopio espacial James Webb (JWST) sigue desafiando los límites del conocimiento astronómico con su última observación: tres puntos rojos misteriosos detectados en imágenes del espacio profundo. Estos diminutos objetos, observados en diciembre de 2022, han desconcertado a la comunidad científica, ya que no se ajustan a los modelos cosmológicos establecidos.
Los puntos, mucho más pequeños que la Vía Láctea, podrían ser restos de estructuras que datan de las primeras etapas del universo, lo que ha llevado a los astrónomos a especular sobre su origen.
Durante la conferencia de la Sociedad Astronómica Estadounidense en enero de 2025, se presentaron diversas teorías sobre estos enigmáticos puntos. Una de las más fascinantes sugiere que podrían ser galaxias efímeras, formadas en los primeros mil millones de años del universo, que desaparecieron o se fusionaron con otras galaxias.
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Además, algunos científicos han propuesto que podrían estar relacionados con la actividad de agujeros negros supermasivos en formación, un fenómeno que, de ser confirmado, ofrecería una perspectiva única sobre la evolución de estos gigantes cósmicos.
El James Webb, que ha superado al Hubble en términos de precisión y capacidad para detectar objetos extremadamente débiles, ha logrado captar la luz de estos puntos rojos, cuya radiación ha viajado miles de millones de años a través del espacio.
A pesar de los avances en la tecnología, la naturaleza exacta de estos objetos sigue siendo un misterio, lo que abre nuevas líneas de investigación que podrían cambiar nuestra comprensión sobre el origen y la evolución del universo.