‘Ya va a descansar ella y vamos a descansar nosotros’

Culiacán, Sin.- Cuarenta y nueve días después, a la puerta del Servicio Médico Forense, Norma Alicia conoció el sosiego.Horas antes una llamada telefónica la despertó del letargo. Una llamada que en otras circunstancias no desearía. Esta sí.”Ya tenemos los resultados de ADN”, escuchó a través del auricular, “salió positivo. Es su mamá”.Norma Alicia Quintana Nevárez, agitada la respiración, absorbe la vida con una bocanada de aire a la puerta del Semefo, rodeada de los suyos.”Sentí alegría, sentí vientos encontrados(sic), no sé todavía… felicidad porque ya la encontré”.Lejano el día de la angustia, la desesperación y el desgaste. 49 días ha que Rosa Nevárez Bueno, su madre, junto con Andrea y Carmelita, desapareció arrastrada por el cauce del arroyo El Piojo aquel 20 de septiembre cuando la tormenta tropical 19-E se ensañó con Culiacán.Cuarenta y nueve días de búsqueda. Días de sol y noches de luna con la ilusión de encontrar el cuerpo de la madre, de Rosa, que, cuentan, fue arrastrada por el cauce en abrazo mutuo de Andrea y Carmelita.Norma recuerda la búsqueda, la revive y sufre.”Pesada… pesada, pero con mucha fe y mucha ilusión de encontrarlas”, suspira, “a las dos, a Carmelita y a miamá”.La desaparición de la madre trastocó la vida de sus siete hijos. La de Norma Alicia se volvió una casa de mucha tristeza, y su rostro, de sonrisa ausente.El pilar se había ido con la inundación.Los días de búsqueda terminaron el martes 6 de noviembre. Cuarenta y siete días después.Restos óseos sepultados entre la tierra en la ribera del río Culiacán en las cercanías de la Unidad de Servicios Estatales y del Hospital de la Mujer, avivaron la esperanza.La incertidumbre y el desespero terminaron con una llamada telefónica este jueves. La respuesta anhelada le devolvió el sosiego a Norma Alicia, dos días después del hallazgo.A las puertas del Servicio Médico Forense, a 49 días de la desaparición, Norma Alicia recupera el ritmo de la respiración. La búsqueda terminó…”Ya la tenemos con nosotros, pues, ya le vamos a dar su sana sepultura(sic)… Ya va a descansar ella y vamos a descansar nosotros…”IC