Sinaloa.- Puertas adentro se está jugando la ley para aprobar o negar la unión de parejas del mismo sexo en Sinaloa, mientras que afuera del congreso, manifestantes en pro y contra de este polémico tema en un estado aún “conservador” se encargan de expresar su punto de vista de diferentes formas.
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Es así como comienza la recta para la decisión que habrá de aprobar o denegar de nuevo los matrimonios igualitarios en el estado de Sinaloa.
Alrededor de 25 congresistas estatales abordan de nueva cuenta por orden del poder judicial la reforma al código familiar de los artículos 40 y 165 de la Constitución Política que anteriormente fue desechada en el 2019.
Estos son los que decidirán si procede o no, lo que será un festejo para un lado de los manifestantes, mientras que se podrá ver el descontento de otros, es lo que se anticipa.
Del lado de los grupos denominados ProVida o Profamilia, se vieron vestidos de blanco, con rosarios y recitando oraciones, con pancartas que señalan el diseño original como un argumento para desdeñar la propuesta de la reforma de ley, un argumento que se repite en todas las manifestaciones y que se acompaña de otros más como “qué sigue” después de que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio, y la supuesta pérdida de los valores, entre otras más.
En el otro lado, los grupos del orgullo, a quienes más les interesa que esta reforma se aplique de una vez por todas en el estado, también presentaron sus argumentos, “mismo amor mismos derechos”, en el que recalcan que es necesario que las parejas, independientemente de que sean del mismo sexo o no, sean respetadas ante la ley como eso, parejas, matrimonios legalmente constituidos.
La aprobación de esta ley será un parteaguas tanto para quienes simpatizan con la ley como para quienes no, sin embargo, al final quizás ganará lo que los derechos humanos consideren que es justicia.
Mientras tanto y se da un dictamen final, las manifestaciones siguen, cada uno defendiendo su verdad y su razón.