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Guasave, Sin.- No es cualquier caso, Rastreadoras extensión Guasave no fueron este viernes a meter las palas y los picos a lugares alejados y baldíos, estuvieron contrariamente en Palacio municipal, había que apoyar a una compañera suya.
Marcela desde hace tres años se convirtió en víctima indirecta de la violencia, es esposa de Joaquín Quiroz, un trabajador sindicalizado del Ayuntamiento de Guasave, estaba adscrito a la dirección de Ecología municipal, su familia vivía de su sueldo, por ello, apelando a la solidaridad se buscó que ella ingresara como trabajadora, sin embargo, acaba de ser dada de baja.
“El caso de ella no es cualquier caso, ella entró en el lugar de mi hermano, a ella se le solicitó la plaza de mi hermano, como mi hermano no ha aparecido, se le dio su lugar para justificar que ella estaba recibiendo un sueldo como trabajadora, mi hermano de hecho ya estaba para jubilarse; ahorita de hecho nos pusimos el sombrero de Rastreadoras y vamos a apoyar a una de nuestras compañeras, Marcela también tiene un derecho como víctima”, sostuvo Juanita Quiroz.
Las compañeras del grupo de Rastreadoras extensión Guasave se colocaron el sombrero de búsqueda, este viernes no iban por cuerpos, sino por justicia laboral, acudieron con las autoridades municipales, piden mínimamente que no dejen sin trabajo a Marcela, quien ya no tiene ahora un compañero de vida con el cual sustentarse, sus hijos le demandan alimento, ella misma se encuentra pasando por una enfermedad por la que requiere el servicio médico.
Marcela estaba asignada a la sindicatura de Nío, con la nueva administración, se prescindió de sus labores, por eso acudió con el Oficial Mayor en Guasave, Juan Luis de Anda Mata, quien aseguran, les dijo que los acuerdos se hicieron con el pasado gobierno en los que ellos no tuvieron nada que ver como funcionarios.
Ahora a raíz del conflicto sindical que se mantiene con el Stashag les dijeron que es difícil otorgarse la base que tenía su esposo, ya casi en trámites de jubilación, que porque el líder no está reconocido por la parte patronal, que el único sindicato que tendría certeza jurídica es el Satag y la base no está con ellos.
Aseguran que en su momento acudieron a hablar con la ex alcaldesa, Aurelia Leal López, del caso, cuando Joaquín desapareció sin dejar rastro, ella les manifestó que en su gobierno no iba a sindicalizar a nadie, situación que ahora lo ven como mentira, por la creación de un nuevo gremio sindical.
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Hay situaciones que merecen empatía, aseguran, esta es una de ellas, una familia que no solo está sufriendo la pérdida del pilar sino la falta de un ingreso económico.
