Sinaloa.- Los ocupantes del Cessna con matrícula XB-PQU, color blanco y franjas azules que se precipitó al vacío la tarde del pasado domingo, vivieron 0:58 minutos de presión, pero gracias a la concentración del piloto, se evitó una tragedia.
En la grabación que fue tomada desde el interior de la cabina, se escucha cómo la aeronave choca contra los cables de electricidad de las llamadas torres; el crujir de las líneas con la hélice es notorio.
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Posteriormente, se advierte un fallo en la capacidad de vuelo y mientras uno de los tripulantes se sujeta de tablero del Cessna, el piloto pone a prueba sus nervios de acero y más que intimidarse, se aferra a los controles y enfoca su atención hacia el destino de aterrizaje, que si bien no fue el mejor, sí fue el preciso para evitar un destino mortal.
Al caer la unidad sobre unas tierras de cultivo, se escucha de inmediato entre nervosismo y admiración a uno de los tripulantes decir: “wey ¡qué momento!”, mientras presurosos se quitan los cinturones de seguridad para bajar y alejarse de la avioneta para evitar cualquier otro desperfecto que pudiera incendiarla.
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Por fortuna ninguno de los tripulantes resultó con heridas, y en esta ocasión sí pueden decir: “qué momento” ya que salvaron su vida sin ningún rasguño.
Una rápida intervención, nervios de acero y la imagen de la Virgen de Guadalupe, se unieron para protegerlos y tener un aterrizaje forzoso, pero efectivo.
Los hechos se registraron el domingo y el Cessna quedó sobre el predio que se ubica muy cerca de la presa Eustaquio Buelna y a espaldas del fraccionamiento Las Lomas.