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Guasave, Sin.- Cuando no hay para más, preparas tu mente para soportar cualquier cosa, incluso las temperaturas extremas; una prueba de ello es Martín Meza, un hombre solitario de 58 años, que vive en el poniente de Guasave, en un pequeño cuarto de block y lámina.
Este martes, siendo el día más frío de la temporada en Guasave, sólo una fogata y varios “trapos”, fue con lo que Martín pudo mitigar ese frío de 6 grados, pero con sensación de 4 a 5 grados, que caló hasta los huesos.
¿Cómo vivió el frío de esta mañana?
“Pues sí, hizo frío poquito, la verdad es que sí se sintió porque mire como vivo, andamos muy bajos y no tengo nada”.
Pero, ¿si se abriga bien?
“Sí, gracias a Dios que sí, tenemos ahí varios trapos y cobijas que nos arropamos para el frío, porque así es esto, no hay para más, tenemos que prender fogata porque tampoco tenemos estufa, y así es como la paso en estos días”, expresó.
Martín tiene más de una década viviendo en la precariedad, entre los múltiples artículos que va acumulando de la pepena y tres cachorros, que son lo único que lo acompañan; nadie se acuerda de él, sus vecinos en ocasiones le brindan la mano, porque no tiene ni para hacer las tres comidas diarias, desayuna y lo que sea que Dios quiere para él durante el día.
Tiene hermanos, pero se distanciaron desde la muerte de sus padres, y sus dos hijos, que son adultos y tienen su familia, duran tempo sin hablarle, señala.
Martín asegura que lo que quiere es seguir viviendo, se siente bien de salud y a diario hace la lucha por tener de perdida los cien pesos para comer, pero la suerte no ha estado de su lado.
En este refugio que llama hogar, no sólo ha pasado el frío extremo, también ha vivido lluvias intensas y queda entre el agua cada vez que sucede, por eso, soportar las bajas temperaturas, en realidad no es nada para él.
