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Guasave, Sin.- Un carrito montable de color rosa, de esos de pila con imágenes de Barbie luce solo en una esquina del patio, ahí donde está el columpio y la resbaladilla esperando ser estrenados, a casi un mes de haber sido instalados ningún niño ha querido usarlos.
Es la guardería transitoria de DIF, esa que habilitaron para dar albergue a los niños que acompañan a mujeres del sur del país y que se encuentran en los cruceros o los camellones de los bulevares pidiendo que los ciudadanos los apoyen con una moneda, pero poniendo en riesgo a los pequeños.
La presidente del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, Lourdes Cardona, lamentó que hay situaciones que no han podido vencer como el hacer consciencia entre este tipo de personas y han dado paso al Delegado de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, para que tome las medidas que considere convenientes en cuanto al tema jurídico se refiere puesto que escapa de las facultades del patronato.
“Ha sido muy complicado, muy complicado, no aceptan, sin embargo, nosotros estamos preparados, son otras situaciones que escapan a nuestras manos, eso no lo podemos nosotros controlar, va a haber comida caliente, hay donde descansen, donde jueguen, donde duerman, bastante digno el espacio, pero no podemos obligarlos, no han venido a pesar de que se ha hecho un trabajo de concientización, no sabemos qué pasa”, lamentó.
En el patio se reciclaron las jabas de madera, se pintaron y se construyó una barda para separar las instalaciones, al interior los tapetes de colores ya lucen con polvo producto de los alumnos que no han llegado, el psicopedagogo que contrataron para atender a los niños no se ha ocupado.
¿Qué hay detrás de esas mujeres que habitan en las calles y los cruceros? ¿Por qué si tienen tanta necesidad no permiten la ayuda? Son las preguntas que quedan sin respuesta porque ni siquiera el sistema DIF las ha podido resolver.
