Los Mochis, Sin.- Sin
importar vivir por algún tiempo un amor ?bajo prisión?, 12 internos del Centro de Ejecuciones de las Consecuencias Jurídicas del
Delito de Los Mochis contrajeron matrimonio en una boda masiva promovida por el
Registro Civil del estado de Sinaloa.
Édgar Iván López Vázquez y
Nayeli Uriarte, de 24 y 21 años, respectivamente, dijeron sentirse muy felices
por su matrimonio, sin importar las condiciones en que éste se dio.
?Pues es una experiencia muy
bonita a pesar de que estoy interno aquí, y no es tarde, aún así estoy en el
penal y estoy feliz?, dijo.
-¿Y tú por qué decidiste
casarte?, platícame.
?Porque lo amo y queríamos
estar juntos y para venir a verlo; lo que dure allá lo espero?.
De
los 12 reclusos que decidieron dar este paso en sus vidas sin importarles ni a
ellos ni a sus parejas esperar a recuperar su libertad, una es mujer, se trata
de Hidania Agüero, de 34 años de edad, quien expresó los motivos por los que
decidió casarse en estas condiciones.
?De hecho ya nos habíamos
propuesto eso afuera y por eso es que se dio, pues lo quiero esa es la decisión
mía o sea no tanto el estar aquí, el apoyo que me ha brindado?. Expresó.
-¿Ese es otro de los motivos?
-?Ajá?.
Por
su parte, el director de este penal, José Joel Lugo Sepúlveda, señaló que esta
decisión tan importante que tomaron los internos es evidencia de que el trabajo
que se hace dentro del reclusorio en pro de su readaptación social está dando
resultados.
?Habla de una unión familiar
entre ellos no, eso habla bien, seña de que están agarrando el mensaje de lo
que se trata, el trabajo que se hace aquí en el área de trabajo social,
psicología, educativa, entonces es una muestra de que está funcionando?, dijo.
Le
correspondió a la directora general del Registro Civil en Sinaloa, Gloria
González Burboa, declarar como marido y mujer a las 12 parejas, mismas que
recibieron algunos regalos como electrodomésticos y vajillas proporcionados por
el Registro Civil, y una despensa a cada uno gracias a la donación de DIF.
Cabe
citar que tras realizarse el acto, los internos regresaron a sus celdas y sus
esposas a sus hogares, pero no sin la esperanza de que en poco tiempo puedan
disfrutar de su matrimonio fuera del penal.
LM
