Mazatlán, Sin.- El deslave que se registró en el cerro de la Nevería la semana pasada se debió a la conjunción de varios factores inesperados, reveló el director de Planeación y Desarrollo Urbano municipal, Paul Galindo Maldonado.
En conferencia de prensa explicó que, luego de realizar una verificación del sitio, se detectó que las rejillas pluviales estaban azolvadas con hojas, basura y tierra; los 190 milímetros de precipitaciones rebasaron la capacidad del sistema de salida pluvial en el tiempo adecuado, lo que provocó que el cauce superara las guarniciones.
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Aunado a ello explicó que una obra de construcción fue suspendida dos días antes de la tormenta, por lo que quedaron a medias trabajos con los que se había empezado a remover un muro de contención, y ante lo inesperado del mal tiempo, el agua arrasó con los suelos trasladados que son la tierra, monte, vegetación, basura y escombro que deben retirarse a la hora de una cimentación, así como la roca intemperizada -que es piedra suelta, oxidada y que es susceptible de provocar inestabilidad al ser excavadas-.
“Cayó ese viento y esa agua a los dos días de suspensión y ese material acabó deslavándose y arrastrándose hasta calles abajo. Considero que no podemos culpar del todo al constructor, ni podamos culpar como tal a la construcción en sí”.
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El director de Planeación municipal destacó que el proyecto de construcción tiene una licencia otorgada por el municipio, pero por alguna causa Protección Civil suspendió los trabajos que habían iniciado dos semanas atrás.
Agregó que ante el problema que se originó por las lluvias, deberán realizarse trabajos de contención de manera inmediata para evitar otro problema de la misma naturaleza, en virtud de que la temporada de lluvias aún no concluye