?Un piloto nunca muere sólo decide volar más alto?

Guasave,
Sin.- ?Un piloto
nunca muere sólo decide volar más alto?, dice el epitafio de la cruz de madera
de color blanco que guarda apoyada en la pared de la vivienda de Eleazar
Inzunza Muñoz, el operador de la fallida avioneta de Aeroservicios Guerrero que
se estrelló en La Giganta, Baja California.
Junto a ella,
pero colocado en lo más alto de la cochera, una lona que casi abarca el ancho
del muro, repleta de fotografías de quien fuera el pilar de una familia
integrada por cinco personas: los padres y tres hijos, el mayor de 14 años y la
más pequeña que cumpliera cuatro precisamente aquel fatídico 14 de octubre.
Dos
impresiones más chicas a los lados con imágenes del piloto cuyo común es la
sonrisa expresiva de un joven que disfrutaba su existencia y en las cuales se lee:
?La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acerca
a tu tienda, pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus
caminos”, una más, que dice: “Cuando un piloto vuela está más cerca
de Dios, tú acortaste la distancia y ahora estás más cerca de él”.
La fotografía que sobresale es la de Eleazar con su
esposa en medio del altar cuyos rostros no se alcanzan a distinguir por la
letra de la canción: ?Yo te extrañaré??
Mientras el cuerpo era trasladado de Los Mochis a
Callejones de Guasavito en casa lo esperaban sólo unas cuentas personas, los
más allegados quisieron ir por él hasta Topolobampo.De por sí la espera de 25 días ya era eterna, se
alargó más los últimos 40 minutos de recorrido por la carretera internacional,
pero el dolor al llegar a su ?casa? en esas condiciones golpeaba en lo más
profundo.
 ?Tus pollitos, ay amor?.?, decía su esposa en
medio de un llanto inconsolable.
La carroza
de color negro que transportaba los restos simbolizaba lo lúgubre del momento,
el ataúd lejos de lo que se hubiera esperado era de tamaño normal que en
comentarios por los presentes suponían sería más chico por las condiciones del
accidente
A Eleazar le
esperaba también en la esquina de su casa, la bicicleta que le gustaba montar,
los zapatos especiales y un casco con el que por cierto está fotografiado en
una de sus aventuras.
La pena es
muy grande, pero en éste, el último momento que sus hijos habrán de estar con
él, lucen una playera de color negro en la que dice: ?Yo Amo a mi Papá?.
Este lunes,
a las 9:00 horas, el cuerpo del piloto será trasladado a su comunidad natal El
Burrión, donde por la tarde será sepultado después de ofrecerle una misa de
cuerpo presente y para que, si las condiciones lo permiten, sea acompañado por
música de banda y las avionetas de sus amigos surcando los cielos, como a él le
gustaba.  
 
LM