Sinaloa.- El rey de los deportes se ha sacudido a nivel nacional por el lamentable suceso que involucra al exjugador del club Venados de Mazatlán Óscar Rivera Flores.
Después de varios años de jugar en la pelota profesional, regalar grandes noches en su labor monticular y ser uno de lanzadores referentes de la organización porteña a finales de los años 90 y principios de los años 2000, un atroz hecho está marcando la vida y trayectoria de Rivera Flores, quien la tarde del pasado miércoles le disparó a su esposa y suegra en un domicilio de la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México.
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Según vecinos de la familia de Rivera Flores, hubo una discusión que provocó el accionar de un arma de fuego por parte de Óscar, quien le disparó y asesinó a su esposa y suegra; posteriormente, se disparó en el tórax y fue trasladado muy grave a un hospital cercano, donde es reportado muy grave de salud.
Algunos medios manifestaron que dejó un escrito el cual decía: “Nadie es culpable de mis decisiones y de mis actos”. Ante esto, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México indagan sobre este suceso. Dejó huérfanas a sus dos hijas, una de 20 y otra de 7 años.
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Rivera Flores fue parte de épica final entre Tomateros y Venados
Como parte de la rotación abridora que manejaba la novena porteña, Óscar Rivera lanzó el sexto encuentro de la serie final de la pelota invernal el pasado 29 de enero de 2002 dentro de la temporada 2001-2002, llevándose la octava corona el club Tomateros de Culiacán ante Venados de Mazatlán, en una de las batallas más tradicionales de este circuito, siendo denominada “La Guerra Civil” de Sinaloa.
Rivera destacó por ser uno de los serpentineros con más triunfos (10) junto a el exligamayorista Rodrigo López, quien lanzaba para los Tomateros de Culiacán.
En esa etapa portaban la camísola roja jugadores como Francisco Campos, Jacob Cruz, Todd Revenig, Miguel Ojeda, entre otros.
