Los Mochis, Sin.- El incremento en el flete fue el efecto que sufrieron los empresarios que venden combustibles con la toma de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Topolobampo, Guamúchil y Culiacán, pero no hizo crisis en el abasto y el público cargó sus tanques sin contratiempos, afirmó Heriberto Félix Díaz.
El empresario del ramo explicó que dos factores jugaron a favor para prevenir desabasto de gasolina y diésel, las reservas que se tenían y la participación de franquicias que traen el combustible de otros puntos del país, por tierra.
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“No fue muy seria se juntaron dos cosas por un lado las existencias que teníamos ya, y por otro lado hay bastantes comercializadora que surten también gasolineras, las franquicias y lo traen directamente el combustible, entonces eso hizo que nos rindiera el combustible, que no hiciera crisis, entonces afortunadamente hasta ahorita todo está normalizándose, ojalá que no haya sorpresa”, precisó.
Félix Díaz consideró que, si el bloqueo a Pemex se hubiera extendido por más días, no iba ser posible salvarse de las complicaciones y de un desabasto de hidrocarburo que sin duda trastocaría a todo el comercio y a la sociedad en general por la movilidad de los productos y de las personas a sus centros de trabajo o instituciones educativas.
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Afirmó que independientemente que el ramo de las gasolineras son los más afectados con acciones como la toma de Pemex, respaldan las demandas de los agricultores que requieren comercializar a precios adecuados sus cosechas, ya que, si la actividad primaria fracasa, arrastra a todos en Sinaloa.
Confían en que haya buenos resultados en el encuentro de los productores con el Gobierno Federal dado que los argumentos son muy válidos porque están en una competencia desleal con los hombres del campo de Estados Unidos que tienen subsidio para su actividad en insumos, mientras que en México cuesta más explotar la tierra y se sujetan a los precios internacionales que ahora están deprimidos.
