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Mazatlán, Sin.- La amenaza de una cuarta ola del COVID-19 es latente para todo el mundo, pero en el caso de Mazatlán y Sinaloa, los protocolos sanitarios entre los comerciantes organizados se mantienen firmes y están de manera rigurosa, incluso en estas pasadas fechas de mayor consumo durante las fiestas decembrinas y de fin de año, aseveró Miguel Hernández Fonseca.
El presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio en Sinaloa admitió que, si bien muchas de las tiendas lucieron abarrotadas, previo a Navidad, en cada uno de los negocios fueron estrictos en el cupo permitido, además de que el certificado de COVID-19 quedó a merced de cada quien, pero sin dejar de lado los filtros sanitarios, por lo cual no hubo relajamiento.
“Lo del comercio organizado, los protocolos de salud se siguen manejando de una forma muy rigurosa, casos por ejemplo restaurantes, casos antros, bares, en los centros comerciales también, lo que es importante resaltar que el certificado de vacunación se pide de una manera voluntaria, los demás protocolos como la toma de temperatura, como el gel antibacterial es obligatorio, en algunos casos a decisión propia de cada uno de los establecimientos”.
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Hernández Fonseca apuntó que por fortuna Sinaloa tienen una disponibilidad del 95 por ciento de camas COVID, además de que la incidencia de nuevos casos de contagio ha sido contralada, pero esto no debe significar para relajarse la sociedad y bajar la guardia, sino al contrario estar preparados para contrarrestar lo más que se pueda repercutir en una cuarta ola.