Mazatlán, Sin.- En Mazatlán, el sector restaurantero ya no siente lo duro sino lo tupido, luego de que en las últimas semanas vieron caer más del 60 por ciento de los clientes, quienes al aumentar el número de contagios activos del COVID-19 en el puerto, muchas familias optaron por ya no acudir a consumir los alimentos a los negocios, declaró Rodrigo Becerra Rodríguez.
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El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en el puerto dijo que otro factor que se sumó a esta caída de comensales, es la disposición municipal, que es necesario solicitar el certificado COVID, para ingresar a cualquier espacio, aunque esta medida a la larga, vendrá a ayudar al destino para evitar más contagios del virus
“Todo esto asustó a la población y dejó de consumir, dejó de visitar los lugares por debajo del 50 por ciento y ahorita con las medidas de pedir el certificado bajo aún más, pero como te dijo, esto pensamos en conjunto en la Canirac que a la larga se va a traducir que cuando regrese otra vez y bajen los números de contagios pues la posibilidad de que se venga una cuarta ola de contagios va a disminuir mucho y vamos a proteger lo que es la temporada alta, yo creo que el 60 por ciento e inclusive más”.
Becerra Rodríguez dijo que los socios de la Canirac reforzaron el servicio a domicilio o el sólo para llevar en algunos casos, en tanto disminuye esta ola que alcanzó fuerte a Mazatlán.
El representante de la industria restaurantera en el puerto mencionó que hay un acuerdo entre todos los socios de no generar despidos de su personal en estos momentos, sino sumar esfuerzos para salir adelante, a menos que un negocio tenga la necesidad de cerrar definitivamente.