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Mazatlán, Sinaloa.- Aunque se sabe que hay resultados de los muestreos hechos al río Florido que corre por algunas comunidades del municipio de Concordia, las autoridades competentes no lo han dado a conocer mencionó Sandra Guido Sánchez.
La directora de la asociación civil Conselva, Costas y Comunidades expuso que el tema de los jales es uno de los retos más grandes que se tiene que abordar como sociedad y gobierno, porque la minería está creciendo considerablemente y los desechos son un riesgo de salud pública.
“Entonces es parte de los retos que tenemos que abordar juntos como sociedad y gobierno, no, o sea hay una expansión importantísima de la minería y siempre, siempre las minas están junto a arroyos porque son unos de los usuarios más grandes de agua”.
Indicó que los jales se quedan en el área de los ríos para siempre y es una práctica que, si bien se ha denunciado en numerosas ocasiones, no se ha atendido a profundidad por parte de las autoridades como la Profepa y Conagua.
Guido Sánchez explicó que un jal es un desecho de la actividad minera, que básicamente es roca molida que pasó por un proceso químico, tras la extracción de metales como el oro y la plata, que en su yacimiento está rodeado de otros metales como el zinc, cadmio, pero sobre todo el plomo, que al mezclarse con la lluvia se libera un ácido conocido como drenaje acido.
Este drenaje ácido es llevado al suelo, que es cuando moviliza los metales pesados y es arrastrado por los ríos o arroyos, ya que la minería se realiza principalmente cerca de cuerpos de agua, con lo que se pone en riesgo la salud de quienes habitan en comunidades aledañas a estas fuentes de agua.
