Mazatlán, Sinaloa.- Con la llegada del invierno, la venta de frutos secos como la ciruela, la nuez y el dátil, junto al ate y el jamoncillo de guayaba se comienza a ver en las calles del puerto, pero en la esquina de Genaro Estrada y Aquiles Serdán, en el centro de Mazatlán, se encuentra un puesto que durante más de 40 años han ofrecido estos productos a los porteños.
Armando Valenzuela, tercera generación de una familia dedicada al comercio de estos frutos, aseguró que año con año la venta de estos productos aumenta durante estas fechas pero con el paso del tiempo se ha perdido la costumbre y tradición de consumirlos.
“Porque está ya perdiéndose cada vez más las tradiciones mexicanas, día con día. Ya que toda la gente empieza a imitar otro tipo de costumbres de estados unidos y otras partes del mundo”.
El comerciante reveló que su producto proviene del norte del país, de Hermosillo, Sonora; espera que este año la venta sea mejor, temé que la falta de demanda los obligué a dejar de traer estos frutos que forman parte de las tradicionales posadas y noche buena.
Invitó a la ciudadanía a consumir local y apoyar a los pequeños productores, así como a conocer las tradiciones que nos definen como mexicanos, ya que los precios son accesibles al bolsillo de los porteños.