Solicita ayuda, sólo encuentra indiferencia

Los Mochis, Sin.- La esperanza de emplearse, aunque sea de manera temporal en el campo y obtener un mejor ingreso económico, trajo inesperadamente hasta Los Mochis a Lisandro Cruz Méndez, originario de Palenque, Chiapas.Con 24 años de edad, la mitad de ellos como jornalero y con el mismo tiempo de haber dejado su tierra natal, por vez primera la vida lo puso en el corazón granero del país, el cual hoy enfrenta la peor catástrofe de su historia, provocado por el frío que golpeó en los días primeros de febrero.?Me engañaron que hay mucho trabajo aquí, que no se qué, que aquí ganamos más dinero que allá. Y no, nomás por engaño aquí estoy?, señaló.Sin ningún peso en sus bolsillos, sólo con una cobija en mano y dos días deambulando por la ciudad, este jueves acudió a pedir la ayuda de la Dirección de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Ahome, donde encontró la indiferencia y un trato poco amable, según relato.Las noches en esta ciudad, dijo el entrevistado, las tuvo que pasar en uno de los hospitales del Seguro Social. Este jueves, el hambre apretó la tripa, por eso acudió con la autoridad, pero no hubo nada, aunque la nobleza de otra persona, le permitió mitigar su pena.?No, dicen, no te podemos ayudar y me salí. Les pedí que me ayudaran para una comida, pero me negaron porque no traía credencial de elector, ni papeles. Siempre he trabajado en el campo, es la primera vez, nunca había venido aquí (Sinaloa)?, aseguró.Su inquietud de trabajar en el campo de Sinaloa no claudica, y muestra de ello, preguntó cómo llegar al Campo 35, porque aún pretende encontrar un espacio al menos para juntar unos pesos, como lo ha hecho desde hace años y cubrir sus necesidades.?Desde morrillo salí a trabajar. Me gusta trabajar. Desde chamaco empecé a trabajar con mi papá, con mi tata. He andado en playa de El Carmen, en Quintana Roo. En Mérida, Yucatán, en Nicaragua. No me trata mal la gente, porque yo no le hago mal a la gente, los respeto como a mi papá, como a mis hermanos, por eso nadie me trata mal, nunca nadie me ha pegado?, señaló.Cruz Méndez sostiene que su esperanza aún no muere, sólo busca un pedazo de tierra en México para trabajar y sobrevivir.