Se quedaron esperando ?El Zumbi?

Mazatlán, Sin.- Mientras mil 500 personas
se refugiaban en el municipio de Concordia, un grupo de pescadores jugaba
dómino en Playa Norte en espera de la llegada del Tsunami.  
Línea Directa platicó con algunos
pescadores que de manera despreocupada comentaron la experiencia de esperar este
fenómeno en la zona que tendría un mayor impacto en caso de presentarse. 
?Estamos esperando que llegue el zombie
ese, el zumbi, sabe que la fregada?. 
-¿A
quién están esperando?
?Al ese, cómo se llama? 
-¿El
tsunami?
?El Tsunami ese, Tsunami. Aquí está
bajito, no pasa nada, el problema es para allá en Los Cabos, en Ensenada?. 
-¿Jugando dominó?
?Claro, mientras llega. Lo estamos
esperando?.
Pero, al malecón de poco más de 20 kilómetros de
longitud, también se dieron cita algunos otros mazatlecos que con cámara en
mano intentaban capturar alguna gran ola, a pesar de la recomendación de las
autoridades de no permanecer en el sitio.
 ?Sí,
han venido como 150 reporteros. La gente sigue corriendo a la sierra en
calzones, en bermudas?, respondió un pescador.  
-¿Alguna
vez le tocó vivir algo así?
?Hace como 50 años, pero fue mentira.
Subí al cerro con gallinas y pollos. Las familias que se fueron a Concordia la
regaron, ya viene según y no pasó nada?, opinó otro de los entrevistados. 
-¿Es
un día de pérdidas para ustedes al dejar de pescar??Pues normalmente, cuando Capitanía
suspende la navegación, nadie pierde porque es mejor salvar la vida?, precisó
otro pescador.  
Mientras que pescadores y curiosos se
aventuraban a esperar el tsunami que no llegó, al menos mil 500 familias se
refugiaron con sus amigos, familiares o conocidos en el serrano municipio de
Concordia.
El alcalde de ese municipio, Eligio
Medina Ríos ordenó habilitar un albergue e incluso ofreció comida a cientos de
personas que no tenían donde llegar. 
José Ángel Molina, coordinador de
Protección Civil, confirmó que el éxodo de mazatlecos comenzó a las seis de la
mañana.   
?Es un número considerable. Aquí
empezaron a llegar a partir de las 6 de la mañana en adelante. Ahorita tenemos
habilitado un refugio, que es el auditorio del DIF y está listo para ofrecer
atención a estas personas?.  
La Plazuela Morelos, ubicada en
el centro, lució repleta de porteños que esperaban alguna noticia. Sus
vehículos causaron un caos vial en esa emblemática ciudad que no está
acostumbrada a tal cantidad de visitantes. 
El sector comercio, se informó, resultó
beneficiado pues sus ventas aumentaron, sobre todo, las de los tradicionales
raspados.  
?El Zumbi? nunca llegó, pero dejó una
gran lección entre los mazatlecos. Sin efectos Tsunami en MazatlánEl tsunami que afectó una buena parte de
Japón, no causó mayores problemas en Mazatlán; sin embargo, las autoridades
mantienen la vigilancia ante cualquier réplica que pudiera presentarse.
Luego de varias horas de tensión entre la
población y del constante monitoreo de las autoridades, al mediodía, el alcalde
Alejandro Higuera Osuna anunció que la etapa de mayor peligro ya había pasado
en esta ciudad.
?Esta emergencia que nos pone a prueba a
las autoridades, creo que se manejó de manera correcta. Agradezco a los medios
de comunicación porque pudimos informar de manera adecuada a la ciudadanía.
Durante la madrugada, ante la falta de información, algunas personas se fueron
hasta la sierra?, indicó.
Por precaución, las clases fueron
suspendidas en las escuelas del puerto; y aunque al menos mil 500 personas
decidieron irse al municipio de Concordia, Mazatlán estuvo en todo momento
resguardado por elementos de diversos cuerpos de auxilio.
?Teníamos ya el acuerdo con la Alianza de Camiones
para cualquier emergencia. El Ejército se hizo cargo de Barrón, El Quelite y
Mármol; La Marina se
hizo cargo de la cuenca del Estero del Infiernillo. Nosotros, como
Ayuntamiento, manejamos la coordinación de los albergues, con el DIF?, señaló.
El munícipe recordó que en los años
sesentas se vivió una situación similar en Mazatlán, provocando que el Cerro de La Nevería se abarrotara
de personas, mientras que otras tantas huían a Concordia; en esta ocasión, dijo
Higuera, ?la gente se portó a la altura?.
Desde las 4:00 hasta cerca de las 16:00
horas, el puerto fue cerrado a la navegación; y aunque se esperaban olas de
entre uno y dos metros de altura, finalmente, no superaron los 60
centímetros.
El día se vivió en medio de contrastes,
pues mientras algunas calles de la ciudad lucían desiertas y hasta hubo cierre
de negocios por algunas horas, como los locales del Mercado Pino Suárez,
decenas de personas se dieron cita en los más de 22 kilómetros de
malecón en espera de ver algún movimiento de olas y poder captarlo con sus
cámaras de video o fotográficas.
Mediante un comunicado, la Secretaría de
Turismo reportó que no hubo mayores complicaciones en el sector turístico, ni
fue necesario desalojar a los turistas que se encuentran hospedados en los
establecimientos de la avenida del Mar y Zona Dorada de la localidad.
A diferencia de otros fenómenos de este
tipo, en esta ocasión las redes sociales se vieron saturadas con mensajes de
personas que informaban sobre distintas vivencias en torno a la llegada de este
oleaje; incluso, una vez que pasó el peligro, las bromas en Twitter y Facebook
se hicieron presentes.