Mazatlán, Sin. – En México se tiene un catálogo de 735 especies del mar distintas. Pese a esa gran diversidad, un estudio realizado por la organización Oceana México en cuatro ciudades revela que, una de cada 2 veces que adquieres o consumes alguna especie del mar, recibes un producto distinto al solicitado, por lo que están calificadas como ciudades del engaño.
Así lo advirtió la directora de campañas de transparencia, Mariana Aziz, quien presentó el resultado del estudio “Gato x liebre: engaño en el noroeste”, para detectar la sustitución de pescados y mariscos, con el cual se comprobó que, en el caso del mero, lobina, marlín, robalo, sierra, curvina y lenguado, principalmente se está sustituyendo por basa y tilapia que en su mayoría son importadas de China y Vietnam, que tienen un costo y calidad menor a las especies locales.
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Explicó que la falta de una norma para la trazabilidad, que está detenida en Conapesca, está provocando que la sustitución siga en aumento, de acuerdo al estudi0, de un 6.5 por ciento respecto al realizado en 2019.
“A través de estas muestras de pescados que tomamos en pescaderías y restaurantes de estas 4 ciudades, hicimos una muestra de ADN y determinamos que había sustitución cuando venía el nombre de la especie identificada era distinto al nombre comercial con el que nos habían vendido la especie”.
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En la presentación del estudio, se dio a conocer que las ciudades del engaño son Culiacán con el 60% de sustitución de los productos del mar; Mazatlán con el 46%; Hermosillo con 45% y Ciudad Obregón con 50%, de acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo en pescaderías y restaurantes.
También dio a conocer que, por esta sustitución de productos marinos, las personas pagan hasta 6 veces más; el 25% de la sustitución de especies marinas se dio por productos de acuacultura e importación, desplazando a las especies locales y afectando la economía local.
Incluso se detectaron a la venta, especies que están en peligro de extinción como la raya diablo y el tiburón martillo.
Renata Terrazas vicepresidenta de Oceana México, explicó que, con la iniciativa para la norma oficial mexicana de trazabilidad que existe desde hace 2 años, se podrá conocer toda la información de las especies que son capturadas en el mar, su descarga, transportación y destino final.
Sin embargo, dijo que la propuesta está detenida en Conapesca, en donde no se logrado concretar ese programa que ya se implementa en otros países, para garantizar la calidad de los productos que se comercializan y que sea en realidad lo que se está pagando.
Agregó que otros estudios de Ocena, han revelado la sustitución de pescados y mariscos en otras ciudades del país, como Guadalajara (48%); Ensenada-Tijuana (47%); Ciudad de México (37%); Mérida (36%), y Cancún (29%), lo que representa más del doble del promedio mundial.
El Subsecretario de Pesca del estado, Rubén Álvarez López coincidió en que se debe concretar la trazabilidad, para que, en un trabajo interinstitucional en el que intervenga la secretaría de Salud, de Economía, Cofepriss entre otras instancias, deje de afectarse al sector primario y el consumidor local adquiera el producto que realmente le están ofreciendo.
