"Ahora ya está juzgado por Dios; sí se hizo justicia"

Guasave, Sin.- Al llegar a
la comunidad de La Entrada,
la escena resulta algo perturbadora. En casa de Karla María el antepenúltimo
novenario se rezaba, mientras que enfrente yacía el cuerpo de quien la privó de
la vida hacía apenas una semana. Ahora ambos hogares están enlutados tras verse
envueltos en un crimen del que sólo sus protagonistas conocerán realmente la
verdad.”Ahora ya está juzgado por
Dios, sí se hizo justicia”, fueron las palabras que doña Licha Hernández, la
abuela que crío a Karla María, la jovencita asesinada el pasado 28 de octubre,
atinó a decir al cuestionarle sobre la noticia de la muerte de Domingo Espinoza
Reyna en el penal de Culiacán.
Sin embargo, asegura que
nunca le guardó rencor y nunca le deseó ningún mal, pues prácticamente era
considerado de la familia; ahí comía, ahí veía la tele, ahí se recostaba
en la hamaca bajo los árboles, ahí veía llegar la noche hasta que se recogía,
solo, en su hogar de enfrente. Ahora, a escasos metros, sólo cruzando la calle,
ambas casas se encuentran adornadas con veladoras y un silencio inquietante
ronda en el ambiente, mientras familiares y amigos velan, cada quien por su
lado, las memorias de quienes en vida fueron amigos.
?Yo creo que ya se hizo
justicia divina, yo no le guardaba rencor, yo le había perdonado el daño que me
hizo, fue un daño muy grande pero nunca le desee ningún mal así?.
??ya le tocó; ni modo, la
ley de los hombres apenas estaba comenzando pues apenas lo habían agarrado?,  expresó.  
Mientras tanto, Verónica
Patricia González Hernández, madre de la menor, exige se aclare y se limpie la
memoria de su hija, de quien se dijo por el propio Domingo Espinoza llegó a ser
su pareja sentimental, hecho que habría llevado al desenlace ya conocido, pero
que ella asegura es completamente falso.
Mientras que de la muerte
de Espinoza Reyna asegura que nada gana ya, pues si supiera que con eso le
devolvería la vida a su hija, hasta una fiesta le hubiera hecho, pero no es
así.
?Yo lo que quiero es que
se limpie el honor de mi niña, que no quede manchado con lo que dijo él, que
era amante de ese hombre; eso no es verdad porque mi hija era apenas una niñita
de 16 años y esa persona de 68 años; usted cree que mi hija se iba a fijar en
esa persona?, cuestionó la madre.
Así, en medio del dolor,
dos familias vecinas deben lidiar ahora con la pena de compartir un luto que
acabó con toda una vida de amistades.WM