Mazatlán, Sinaloa.- Mientras unos ciudadanos respaldan la posibilidad de que se apruebe el matrimonio igualitario en Sinaloa, siempre y cuando no atente contra la educación de los niños, otros simplemente lo rechazaron por considerarlo una cuestión de moral y creencia religiosa. Así se pudo constatar a través de un sondeo de opinión hecho por Línea Directa en el sur del estado.
La reforma al Código Familiar que refiere al matrimonio entre personas del mismo sexo en Sinaloa, pronto será discutida el Congreso del Estado; sin embargo, de acuerdo con las opiniones recogidas entre los ciudadanos, en su mayoría de 40 años, se constató que muchos mantienen una postura en contra.
“– Quién sabe, no estoy de acuerdo en eso yo, como van a hacer lo mismo los dos, para eso se hizo la mujer y el hombre ¿qué va a hacer una mujer con una mujer?
– Porque no, porque no va, es todo lo que te podría decir.
– Pues no, porque no es algo normal.
– No se puede porque la iglesia no lo permite.
– Yo sinceramente no, yo sé que ahorita está muy avanzado todo, pero pues yo soy de las que creen en Dios”.
En contraste, de las personas que argumentaron estar a favor, dijeron que es por cuestión de derechos y por eso debería aprobarse esta reforma de ley: otros expresaron que mientras no les afecte está bien, y unos más pidieron a la comunidad gay que sean respetuosos con sus demostraciones de amor frente a los infantes.
“– Pudiera ser, pues tienen derecho ¿no? También ellos a hacer su vida.
– Sí también a favor, tienen la misma libertad que cualquier persona.
–Pues yo pienso que sí, no tiene nada de malo.
– Yo no estaría en contra ni nada, no me afecta.
– Cada quien hace lo que quiere, cada quien es dueño de sus propias decisiones, por mí no hay problema. El amor es el amor y el entendimiento es el entendimiento”.
Ante esta pregunta, incómoda para muchos, alrededor de un 10 por ciento de los encuestados prefirió abstenerse a contestar, dijeron que no podían dar una respuesta simplemente, y uno de los que se abstuvo dijo que al final de cuentas, la última decisión queda en el Congreso del Estado y que él como ciudadano aprobará la decisión que tomen los diputados.
