Mazatlán, Sin.– Dicen que un amigo de verdad siempre te apoya en todo, aun así sepa que es algo descabellado, ahí está de tu lado y sin juzgar. Un ejemplo de ello es el caso de Alfonso Ortega de 29 años, que por cumplir el sueño de unos de sus amigos decidió emprender un viaje en bicicleta, junto con él y otro amigo más, el cual les llevó 15 días de trayecto desde la Ciudad de México hasta Mazatlán con el objetivo de poder apreciar el eclipse total de sol en el mejor lugar para hacerlo.
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El joven ciclista comentó que el amigo que lo invitó a emprender esta aventura, ya tenía tiempo planeando el viaje, pues desde pequeño siempre quiso presenciar un eclipse y al ver la oportunidad, quiso apreciarlo en Mazatlán, por lo que invitó a Alfonso, y él como buen amigo, decidió emprender esta aventura junto a él.
Compartió que fueron 15 días de rodar en bicicleta y conocer diferentes lugares en el trayecto. En total fueron mil 500 kilómetros los recorridos hasta el puerto, viaje que implicó diciplina, paciencia, estrés y la mente un poco fría para poder resolver los obstáculos que se les presentaron en el camino.
“Mi compañero anteriormente lo había planeado hace como seis años atrás. Él desde niño tenía su sueño de ver el eclipse, y pues a mí me lo comentó, si quería ir con él, viajar e ir a verlo. Más que nada vine a conocer todo. Viajamos mil 500 kilómetros desde la Ciudad de México hasta Mazatlán. Fue una aventura un poco pesada de estrés, tuvimos que tener paciencia y la mente un poco dura para resolver todo”.
Alfonso dijo que era la primera vez que realizaba un viaje tan largo a bordo de su bicicleta y también conocería Mazatlán, por lo que dijo que valió la pena vivir esta aventura, ya que con ella superó miedos, retos y algunas metas, ya que, para descansar, acampaban donde les cayera la noche, y tomaban agua de la llave, lagos o lagunas que se encontraban en el camino. Recordó que fue hasta Guadalajara, Jalisco, donde las personas comenzaron a brindarles apoyo.
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Los ciclistas iniciaron su viaje el 22 de marzo y llegaron al puerto el 5 de abril, tres días antes del eclipse, lo cual les dio la oportunidad de conocer la ciudad y cumplir el sueño de su mejor amigo, y este martes estaban en la central de autobuses para regresar en camión y planear su siguiente reto: llegar a Monterrey desde la capital del país o al estado de Baja California Sur.