Culiacán, Sinaloa.- Con un excelente peso y mejor actitud, el elefante BigBoy espera de manera paciente lo que será su nuevo y definitivo hogar, aunque para eso tendrá que sanar por completo de algunas enfermedades que ya traía , explicó Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de AZCARM.
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Quien forma parte del grupo de personas que estarán a cargo del paquidermo, luego de que este salga de las instalaciones del Zoológico de Culiacán, donde se le da albergue temporal y los tratamientos médicos, aclaró que si bien el plazo de 40 días ya se cumplió, todavía permanecerá un tiempo más en este lugar.
Y es que, aunque ya ganó peso, y se desenvuelve con mayor soltura y actitud, todavía falta que le sanen por completo sus patas, las cuales tenían hongos luego de muchos años de permanecer en el mismo lugar.
“Los médicos están buscando su total recuperación, deciden prolongar un poco su estancia en el zoológico, ya que se encuentra en buena recuperación y quieren que esté completamente sano el día que lo muevan”, subrayó.
Zazueta Zazueta recordó que el elefante traía bajo peso, crecimiento anormal de uñas y una fuerte infección de hongos, lo cual es lo que no se ha podido erradicar por completo, de ahí que se requiere llevarlo a su nueva tierra en las mejores condiciones.
Expuso además que el terreno donde se alojará BigBoy todavía no termina de ser adaptado para darle mayor seguridad, pero ya se está en la etapa final para en unos cuantos días llevarlo a que se instale en su nuevo hábitat.
Por lo pronto, BigBoy estará, aproximadamente, unas tres semanas más en el Zoo de Culiacán, en espera de su recuperación total, tiempo que puede ser aprovechado por las familias y conocerlo.
El presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México explicó que lo mejor para todos los animales sería que se pudiera llevar a sus lugares de origen, pero es prácticamente imposible por lo costoso que resultaría.
De lo que se trata, dijo, es de buscar las mejores condiciones donde el clima, y la geografía sean semejantes a los lugares donde este tipo de elefantes nacen o son originarios.
La mayoría de estas especies que nacieron en los circos es muy complicado rescatarlos, y llevarlos hasta África o Asia de donde salieron sus padres o abuelos, y que por el comercio que se dio de estos, desde hace siglos están diseminados ya por todo el mundo.
Además, llevar a estos animales que en México han sido abandonados o bien descuidados en su manutención al no ser estos ya de utilidad por su prohibición de usarlos en los espectáculos, es prácticamente imposible por los altos costos que esto significa ya que no son uno o dos, sino decenas de paquidermos, felinos y, primates que han quedado a la deriva, puntualizó Ernesto Zazueta.
