Por amor o por obligación, mujeres delinquen

Mazatlán, Sin.-
En Sinaloa los feminicidios son una realidad y en la mayoría de los casos
tienen que ver con violencia intrafamiliar, sostuvo la diputada local del PAN,
Yudit del Rincón Castro, durante su ponencia Sinaloa, la Mujer y el Narcotráfico, en
el Foro Mujeres y Medios de comunicación, Tratamiento Informativo con Visión de
Género.
La diputada panista dijo que mientras en el 2006 hubo 38
asesinatos de mujeres, en lo que va del 2010, según las cifras del Ismujeres,
han ocurrido 80 feminicidios.
?Hoy los feminicidios en Sinaloa son una realidad, 47 en
2005, 38 en 2006, 54 en 2007, 54 en el 2008, 65 en 2009 y hoy en el 2010 van 80
mujeres asesinadas, por qué, ya se ha dicho aquí, alrededor del 55 por ciento
es producto de una derivación directa de violencia intrafamiliar, les aseguro
que el otro 45 por ciento también; es cierto que hay un porcentaje donde
mujeres, de manera voluntaria y por esa moda que les digo que está aquí, lo
hacen por su cuenta, pero, por lo general es por amor o es por la fuerza?,
mencionó.
Del Rincón Castro señaló que la incursión de las mujeres en
la delincuencia organizada se puede entender como una derivación de violencia
intrafamiliar, ya que en la actualidad la mayoría de las mujeres encarceladas
por delitos contra la salud, extorsión o secuestro se vieron obligadas por sus
parejas a participar en esas actividades.
?Nosotros pensamos que el rol que hoy juegan las mujeres en
el crimen organizado también es una derivación de violencia intrafamiliar,
correspondiendo, por lo tanto, una situación de sometimiento, explotación y
discriminación, la mayoría de las mujeres presas por delitos contra la salud,
extorsión, secuestro, etcétera fueron obligadas por amor o por la fuerza?,
manifestó.
Finalmente, indicó que el fenómeno de la narcocultura hace
que las mujeres sean vistas como objetos, utilizadas como ?ganchos? o como ?carnadas?,
además de usarlas en muchos de los casos para cuidar a los secuestrados,
alimentar a los grupos de sicarios y lavarles la ropa, por lo que, cuando ya no
les son útiles, simplemente las matan.