Culiacán, Sin.- A raíz de la fuga de gas cloro que se registró el pasado 30 de agosto en la colonia Francisco Villa, en Culiacán, una familia quedó marcada de por vida.
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Los hermanos Flores perdieron a su padre, el señor Francisco Javier, de 66 años, y además, la salud de ellos quedó afectada de por vida y peor aún, nadie ha respondido por el daño.
Su casa está ubicada a un costado del predio donde extrañamente alguien desconocido abandonó un tanque de gas cloro y fueron los primeros afectados.
Desde el día que ocurrió la tragedia han gastado más de 100 mil pesos en el funeral y medicamentos, además de que todo en la vivienda quedó inservible por lo corrosivo del gas.
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Perla Beatriz, de 35 años, consideró que las autoridades le apuestan al olvido, pero lo más grave, es que no quieren reconocer que la muerte de su padre fue consecuencia del gas y sospechosamente lo quieren hacer pasar como si fuera un infarto.
“No se me hace justo que mi padre se haya ido así y no se me hace justo que nosotros ya quedemos con afectaciones a nivel físico y orgánico, ya tenemos pulmones como si fuéramos personas de edad avanzada, tenemos que tener mucho cuidado con tos, con gripas, ya no podemos recibir vacunas, nos dañó y desgraciadamente acabó con la vida de mi padre”, dijo para luego añadir:
“Su cuerpo duró horas tirado en la calle, no lo quería levantar el Semefo, porque estaba impregnado, eran casi las 12:00 de la noche y no querían tocarlo. Se me hace muy inhumano y más aún que digan que fue paro cardiaco, cuando estaba impregnado por el gas”.
Para la Fiscalía General del Estado (FGE), el señor Francisco Javier murió por infarto y no por inhalación de gas cloro, ya que así lo refiere el dictamen pericial, mientras, la familia de la víctima de ese 30 de agosto que nunca olvidarán, clama justicia.
