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Mazatlán, Sinaloa.- Al ser Mazatlán una ciudad que cuenta con equipo de primera división que lo visitan “barras” o porras de otros equipos, las autoridades deben poner atención y reforzar sus medidas de seguridad para evitar que ocurra algo similar a lo sucedido la tarde del sábado en Querétaro, llamó Mario Espinosa Contreras.
Tras la lectura del evangelio de San Pablo, que pide que las personas sean más íntegras, coherentes y de buenos valores, el obispo de la Diócesis de Mazatlán, leyó un pronunciamiento del episcopado, donde se reprochan las acciones negativas de más de una decena de personas, que se confrontaron en medio de un partido de fútbol, el cual dijo, debería ser un espacio de esparcimiento, no de enfrentamiento.
“La conferencia del Episcopado Mexicano reprocha categóricamente cualquier episodio de violencia por mínima que sea, ya que pone en riesgo la integridad, la tranquilidad y la sana convivencia pacífica entre las personas de la sociedad, los obispos de México exhortamos a los clubs deportivos, a las autoridades y a la sociedad civil para hacer del fútbol y de cualquier deporte una oportunidad para crear espacios de integración y no de enfrentamiento”, expresó.
Como un acto atroz, calificó los hechos que en un principio reportaron a más de 20 personas fallecidas, sin embargo, horas más tardes las autoridades señalaron que solo son lesionados, algunos de gravedad en áreas de terapia intensiva, ya que comentó, sin espacios a los que acuden familias enteras para divertirse viendo el deporte, el cual debe ser en un ambiente sano.
Además pide a la ciudadanía de la entidad, particularmente Mazatlán, que tiene equipo de béisbol y fútbol de primera división, a evitar caer en desborde de pasiones entre los aficionados de los equipos contrarios, que por desgracia están creciendo y regresando a los estadios luego de varios años que no se suscitaban estos hechos lamentables.
Indicó que la iglesia promueve el respeto a la vida y a su dignidad, al orden y a la justicia, por ello se pide la colaboración comprometida con la construcción de paz en el país, misión y deber que todo fiel cristiano en diálogo y unidad debe cumplir para responder el llamado del Papa Francisco, “para configurarnos como artesanos de paz, para una plena realización de la dignidad humana”.
Agregó que el país y el mundo están sufriendo demasiadas cosas con la pandemia del COVID-19, que ha cobrado la vida de millones de seres humanos, ahora un nuevo conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que podría desencadenar la tercera guerra mundial con consecuencias inimaginables, por ello es importante dejar que Cristo toque los corazones de las personas para alcanzar un cambio en la historia humana.
