Mexicali, BC.– Una joven sinaloense no acudió a trabajar este sábado luego de la violencia que se registró la tarde del viernes cuando sujetos armados pararon un camión de transporte público, apuntaron con sus rifles al chofer y obligaron a bajar a los tripulantes que apenas salían de sus trabajos y lo quemaron.
Cinthya Rodríguez, mochitense, relató a Línea Directa cómo la ruta que toma y el operador que siempre le ofrece el servicio se vio afectada por la violencia, nunca imaginó que los hechos perpetrados en Jalisco, Guanajuato y Chihuahua, podrían alcanzar a la “ciudad del sol”: Mexicali, en Baja California.
“La quema de los camiones de la ruta 9-Atusa, el número 52, el señor estaba comentando que cuatro personas, uno de ellos le apuntó con una pistola y le dijo que se bajara del camión, que lo iban a quemar y venían como 50 personas arriba del camión, ahí, en la clínica 28 (del IMSS)… y hasta eso que les dijeron, a todos los amenazaron que se bajaran del camión, que iba a quemar el camión junto a las personas que se quedaran”, narró.
Aunque ella no fue afectada porque acababa de llegar a su domicilio, quedó horrorizada al igual que todos los “cachanillas” de imaginar que pudo vivir esa experiencia.
Por eso, este sábado algunos comercios no abrieron, pocos locatarios se instalaron en los tianguis populares, incluso, los trabajadores, como Cinthya, prefirieron no asistir, al considerar que no hay garantía de seguridad.
“No han cancelado que abran algunos locales, pero, la mayoría no está abriendo, tampoco hay servicio de transporte, desde ayer se dijo que no iba a haber servicio del transporte pero sí anda uno que otro; y, anda mucha gente esperando en las paradas de autobuses, pero, no, una compañera tiene como 3 horas esperando el transporte”, dijo.
Los transportistas son los más temerosos, temen perder sus unidades y, sobre todo, que los hechos violentos escalen y cobre la vida de sus operadores y usuarios.
Quienes sí asistieron a laborar fueron los empleados de maquiladora que, a pesar de no contar con el transporte de manera regular en la ciudad, tuvieron que asistir para no afectar su jornada ni la actividad económica más importante: la industria manufacturera.
