Los Mochis, Sin.- Madres de familia del ejido Rosendo G. Castro denuncian que todos los días, sus hijos, viajan “apretujados” en los camiones con ruta Mochis-Topolobampo o, de plano, llegan tarde a sus escuelas porque los concesionarios usan unidades pequeñas, de las denominadas sprinter para ofrecer el servicio público.
Entrevistadas por Línea Directa, las afectadas señalan que existe preocupación porque con la “quinta ola” de COVID-19, los jóvenes de nivel secundaria, preparatoria y universidad corren el riesgo de contraer la enfermedad en los camiones de transporte público.
Aseguran que estas unidades no son las adecuadas para garantizar el servicio a la población de la sindicatura de Topolobampo, mucho menos en las horas “pico” donde estudiantes y empleados buscan trasladarse a escuelas y centros de trabajo.
“Más los estudiantes, mira, en la mañana, pero como son camioncitos chiquitos, son sprinters, cuando ya vienen de Topo ya vienen llenos y de aquí, muchas veces, tienen que esperar el camión que sigue y los muchachos se van parados todo el camino, si acaso logran que los suban, y los que no que ya llegan tarde, ese sí es mucho el problema”.
“Están en la carretera, con el mosquero, llega el camión y llega lleno o no se para y a esperar el siguiente, aguantando ahí los moscos”, expresaron.
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A través de Línea Directa hacen un llamado a las Delegación de Vialidad y Transporte de Los Mochis para que supervisen las condiciones en las que se presta el servicio en la sindicatura de Topolobampo y si quienes tienen las concesiones cuentan con la capacidad de atender las necesidades de movilidad de los usuarios.
