Los Mochis, Sin.- Antes de proceder a la vacunación contra el COVID-19, los brigadistas hacen sus recomendaciones a los adultos que acompañan a los niños de 5 a 11 años de edad para conocer la condición de los pequeños y para dar instrucciones sobre qué hacer posterior a la aplicación de la dosis de Pfizer.
Con el auxilio de un altavoz, un estudiante de medicina cuestiona a los padres de familia si sus hijos han recibido una vacuna en las últimas dos semanas, si están tomando algún tratamiento o si padecen alguna comorbilidad y una vez que corrobora que no hay contraindicaciones, se empieza con la distribución de las jeringas que contiene el biológico.
El brigadista les pide a los padres de familia que al llegar a casa los menores se bañen y que se mantengan en observación para que en caso de que se presente algún síntoma o posible reacción de la vacuna, se trasladen a una clínica para su valoración.
“Primero que nada, algunos de sus hijos han recibido la vacuna en las últimas dos semanas, ok, las recomendaciones son las siguientes: es importante que al llegar a su casa se den un baño, en dado caso de sentir algún síntoma, o alguna molestia, es importante que acudan a su unidad de salud, sale”, explicó.
En todos los puntos de vacunación a menores de edad, se instala una ambulancia cercana a una puerta de acceso con paramédicos listos para actuar en caso de alguna eventualidad y la camilla se deja dentro, a un lado de las sillas donde los adultos se ubican junto con los niños para la inmunización.