Los Mochis, Sin.– El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT, fecha que busca que ninguna persona se sienta avergonzada por su orientación o identidad sexual, sin embargo, pese al reconocimiento y avances en materia legal que ha logrado la comunidad en México y el mundo, todavía hay quienes sufren de agresiones y discriminación y no encuentran protección en las autoridades.
Ana Esparza Castro, activista de “Ahome Diverso”, señaló que este es el caso de la joven Cindy “C”, quien desde hace dos años constantemente es agredida por su vecino en el fraccionamiento Las Canteras, solamente porque se identifica, en su vida personal, como lesbiana.
Ante la Vicefiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa en la zona norte, ha emprendido una serie de demandas por hostigamiento, amenazas, lesiones y daños en propiedad privada, todas en diferentes fechas desde el 2020.
Sin embargo, el único avance que tuvo su caso fue que se dictó una medida de restricción, pero ésta ha sido insuficiente para que la joven pueda tener una vida libre de violencia.
“Ya ha ido a Fiscalía, ya tomaron sus denuncias, pero, creo, esta persona tiene cierta influencia con gobierno, entonces, nada más la pobre va con el dolor y le dan para atrás”.
LD: ¿La ha golpeado?
“Sí. Lo último que ella logró fue que el señor tuviera su distancia, la respetó en su momento, pero la penúltima vez, fue hace como dos meses, que me vuelve a hablar llorando porque el tipo vuelve, porque el tipo nada más toma y le da por ponerse violento con ella y a ella la agrede”, detalló a Línea Directa la defensora de los derechos de la comunidad LGBT+ en Ahome, Ana Esparza.
Las constantes agresiones han permeado la estabilidad emocional de Cindy, quien teme salir de su casa, convivir o ser ella misma, aceptando su identidad y preferencia sexual.
Ana Esparza señaló que, así como Cindy, otras personas de la comunidad LGBT+ viven de cerca el acoso, violencia física y psicológica, pero a pesar de que denuncian, la mayoría de las veces los casos no proceden.
“Se ha apoyado en lo que es acompañarlos a la Fiscalía y el seguimiento que se les da, desafortunadamente no proceden porque son muchos los requisitos que te piden para llevar un caso de violencia, te tienen que grabar en el momento exacto en el que la persona está siendo agredida y así sucesivamente”, dijo.
Reconoció que, en las leyes sí se ha avanzado en México y Sinaloa, pero lamentablemente, en la práctica la justicia queda a deber, pues pocas veces protege a las víctimas de violencia por razón de género, preferencia o identidad sexual.
