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Guasave, Sin- Iba “invicta”, la pandemia por COVID-19 no la había tocado y es que Imelda se cuidaba en demasía, no salía a lugares aglomerados, tenía el esquema completo de vacunación, hasta de la influenza, se tomaba los tés y los jugos que le decían reforzaría su sistema inmune y bastaron dos días de clases presenciales para que hoy esté sufriendo los estragos de la enfermedad.
Molesta por esta situación que la alcanzó, la estudiante de la escuela de Derecho en Guasave, dijo que el problema es la inconsciencia de parte de algunos alumnos que no se detienen por tener síntomas, así van a clases o tardan uno o dos días y se salen a andar regando el virus, propagando la enfermedad con quienes sí se han cuidado.
“Estoy bien ronca, la tos no se me quita, yo me he cuidado mucho, por mi familia y mis padres que bendito Dios nunca se habían enfermado, me puse todas las vacunas, el refuerzo, todo fue que regresé ahora a la escuela, pues ni para qué te cuento, no se valía que gente que está pasando por un proceso de enfermedad esté presente ahí, fui y la perdí en un día o en dos días en que estuve en clases, ahí fui y la perdí en la escuela”, narró.
Se dijo molesta por esta situación porque igual deben estar de inquietas las madres de familia que envían a sus hijos a las aulas con la obligatoriedad de regresar a clases presenciales, el problema es que en plenas clases tosían y tosían, sin ningún tipo de respeto al resto de los compañeros, situación que les hizo saber a sus maestros.
La estudiante dijo que esta es una muestra para las autoridades para que estén conscientes de que la decisión que tomaron para muchos es de vida o muerte.
