Sinaloa..- No fueron pocos años los que la estatua de Miguel Hidalgo ubicada en la presa del mismo nombre, estuvo imponente con su color bronce vistiendo la majestuosa obra hidráulica.
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Pero el tiempo no perdona y la estructura de 5 metros de altura, montada sobre una base de las mismas dimensiones, no resistió los embates de los intensos vientos y precipitaciones registradas durante la noche del domingo en la zona, y se vino abajo.
Muchos pensaron que el temblor de 4.7 registrado al sur de Los Mochis, Sinaloa, había sido el causante, sin embargo, la caída del monumento hecho de fierro vaciado e interior totalmente hueco, se debió al golpe de las rachas de vientos superiores a los 80 kilómetros por hora y muy probablemente, el reblandecimiento de los soportes que unían al monumento con su base.
Fue en 1955 cuando la estatua del Padre de la Patria se instaló en la presa que entró en operaciones el 14 de diciembre de 1956, cuando fungía como presidente de México Adolfo Ruiz Cortines y como gobernador de Sinaloa Gabriel Leyva Velázquez.
El tiempo no perdona, 66 años de existencia fue mucho “y de buenas que no había un cristiano” dijeron habitantes de El Fuerte, quienes no dudaron en externar que si el monumento le hubiera caída a una persona “segurito no la hubiera contado.
Así llega a su fin, pero aun se espera que las autoridades indiquen si para esta estatua habrá una segunda oportunidad o de plano, desaparece o se cambia por otra “menos sensible”.
