Guasave, Sin.- Dios y la vida le han hecho justicia, se ha convertido en un ejemplo verdadero de perseverancia y esfuerzo, Antonio Soberanes Sotelo, el popular “Tony”, logró tras 10 años como trabajador de confianza del Ayuntamiento de Guasave, su base sindical, fue cobijado por el Satag-Catem.
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“Tony” nació sin brazos, aún no tiene una razón del por qué, antes la gente le hablaba de un supuesto eclipse, ahora él sabe que las causas son multifactoriales, sin embargo, eso no le ha impedido absolutamente nada en la vida; se ha destacado en el deporte, siendo promotor de futbol y beisbol de nuevas generaciones, incluso aquel equipo que le dio la bienvenida a la campeona de La Brecha, María del Rosario Espinoza, en el 2008, cuando logró su medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Ya son casi cuatro administraciones municipales las que ha cursado, recordó, en el 2015 le habían prometido la base sindical pero no llegó, en esta década se ha desempeñado como inspector de la Vía Pública y Espectáculos.
“Le pedí apoyo al Kory (Armando Leyson), me metí directamente a las oficinas de la Presidencia municipal, le escribí una carta pidiéndole que me diera la oportunidad de trabajar en el Ayuntamiento, que a pesar de mi discapacidad yo podía hacer muchas cosas, le hice una carta manuscrita, ahí luego luego tuve respuesta, bendito Dios, Gracias a Dios que me cobijó el nuevo sindicato, les agradezco mucho a Célica, les pedí apoyo porque en cada cambio pues tenía miedo, aunque sabía que estaba respaldado por Dios”, narró.
Soberanes Sotelo estudió una carrera técnica como Asistente Directivo en Conalep, estuvo un tiempo trabajando en la capital del estado en el área de Cobranzas de una tienda departamental, y posteriormente se regresó a La Brecha, su tierra natal, para emplearse como eventual de la sindicatura y promotor deportivo, hasta que se atrevió a solicitar su ascenso como burócrata.
El popular “Tony” igual escribe, como andar en bicicleta, manejar su vehículo y hasta pega unos verdaderos “batazos” “vuela bardas”, porque se ha destacado tanto en el beisbol como en el futbol; sus limitaciones no han sido impedimento, carcajea cuando recuerda que de niño en sus fotografías aparece “chimuelo”, pues en su intento por andar en bicicleta se tumbaba los dientes, hasta que aprendió y para entonces ya tenía su dentadura definitiva.
“Gracias a Dios, Dios es muy grande, me dio una gran esposa, ella es mi complemento de los brazos que no tuve, pero yo puedo hacer todo, nada, gracias a Dios que nada se me ha complicado, manejo, escribo, lo único que se me había dificultado fue en la primaria el pasar al pizarrón, pero la maestra Paty, Patricia Sotelo Cervantes, me dijo ah no canijo, y me hizo un palo largo para ponerle el gis en la punta”, recordó.
Sus padres se enteraron de su situación el día de su nacimiento, antes no había ultrasonidos que anticiparan problemas genéticos, para “Tony” esa anécdota de su madre es lo que todavía le genera la fortaleza para salir adelante.
“No sé si por carisma o por mi forma de ser, me ganaba a los amigos, a los compañeros, yo nunca sufrí de bullying gracias a Dios, siempre me trataron como una persona normal. En el momento en que nací me dice mi mamá que me envolvieron en una cobijita y cuando me vio dijo, yo lo quiero y así me quiso ella y así me mandó Dios y pues por eso le pongo más ganas a la vida yo”, aseguró.
El carisma de este hombre, que hoy tiene ya 41 años, lo ha llevado a cosechar sus buenas obras, es felizmente casado y espera que pronto haya frutos para que el amor trascienda, así como su ejemplo de vida.
