Guasave, Sin.- ¡Escúchenme! Queremos que nos paguen, no tuve Día del Niño porque no hubo dinero; se escuchaba una voz aguda entre los tantos reclamos de los trabajadores sindicalizados de la Jumapag en su intervención en las oficinas de Presidencia.
Era Juan Pablo, de 10 años de edad, hijo de una trabajadora integrante del sindicato que ahora por la falta del pago de tres quincenas de salarios, se movilizó para exigir lo que les corresponde.
“¡Escúchenme! No hubo Día del niño, porque no hubo dinero. ¡Se exigen pagos de quincenas, en tiempo y forma!” expresó Juan.
“¡Tenemos hambre, no tenemos qué comer!”, manifestó su madre al otro extremo.
“¡Sí! Tenemos necesidades, ocupamos pagar el agua, la luz. ¡Páguenos! Es injusto, exigió con voz fuerte Juan.
El menor decidió unirse a la manifestación de los compañeros de su mamá para sensibilizar a las autoridades sobre la situación en la que ahora se encuentran y que a diario es testigo de las complicaciones que se viven a falta del sustento familiar.
¡No es justo! Se lamentaba el pequeño Juan, quien buscaba ser escuchado, y que se supiera cómo está viviendo sin lo más indispensable, el sustento principal que lleva su mamá cada quincena.
Su madre desde hace años es secretaria del módulo de Jumapag en Estación Bamoa, y últimamente le ha sido complicado decirle a su familia que otra vez no hay para comer, así lo mencionó Juan Pablo en su intervención en la manifestación.
No hay un imposible, pero ¡que no se pasen!, dijo el pequeño, quien refirió que ha tenido que trabajar vendiendo dulces para poder ayudar a su mamá.
