Los Mochis, Sin.- Ana María es una niña que como cualquier pequeña de ocho años, juega, corre, brinca y baila, pero lo extraordinario en ella es que es una verdadera guerrera que desde que nació ha luchado por su vida con alegría a pesar de que depende casi siempre de un tanque de oxígeno para respirar y de que tiene años sobreviviendo con una colostomía porque necesita reconstrucción de intestinos luego de vencer al cáncer, cirugía que espera le practiquen en el Centro Médico Nacional del IMSS, en Guadalajara.
A los cinco años, Ana María dejó de recibir quimioterapias por cáncer de intestino, enfermedad que le derivó la enfermedad de Hirschprung, que le impide defecar de forma normal, por lo que requiere una operación muy delicada, precisó su mamá María de Fátima Angulo Ayón.
“Le iban a hacer una reconstrucción de intestinos y un cierre de colostomía en Guadalajara, pero se puso mal en quirófano y la sacaron y estamos esperando que nos vuelvan a llamar para llevarla otra vez al Centro México Nacional en la ciudad de Guadalajara, porque ella tuvo cáncer en el intestino”.
Ana María nació con vejiga neurogénica de alta tensión, por lo que no podía orinar y necesitaba cateterismos cada tres horas, le hicieron cirugías pero surgieron más complicaciones como la insuficiencia renal causada por nefrosis, ya que la orina retenida se regresaba a sus riñones, la infección renal le ocasionó un paro cardiorrespiratorio, en la hospitalización se contagió de varicela, que se complicó a meningitis, afectando a su cerebro de tal forma que le ocasiona crisis convulsivas de ausencia, por lo que deja de respirar y es dependiente de su tanque de oxígeno, al que permanece conectada pero siempre con buen ánimo para superar todos los retos, explica su mamá.
“Duramos ocho años batallando para que la trasplantaran, y ahora el 3 de noviembre un doctor de Guadalajara en el Centro Médico Nacional le hizo trasplante propio de vejiga”.
Después de ocho años de lucha, Ana María recibió trasplante de vejiga en noviembre pasado en el Centro Médico Nacional de Guadalajara, pero por la colostomía y las crisis convulsivas ella no puede ir a la escuela, pero tiene maestros y hace su vida normal, siempre con el tanque de oxígeno a su lado, pues jamás ha tenido límites en sus actividades le encanta bailar y escuchar el noticiero Línea Directa y nunca se queja, dice su mamá.
Este Día del Niño, Ana María se levantó y se bañó muy temprano para festejar con sus hermanitos de 4 y 10 años y con sus papás, esta fecha especial.
